His Song...in your heart




Meditating in the first two messages received during the morning (focusing in Him and not ignoring His Voice) I went promptly to the following workshops where we were motivated to pay attention to the song (message) in He has placed in our hearts –through experiences, what we feel most attracted to read, to do- and, we were invited to practice by personalizing Psalm 23 (to find our own voice); herein below  I share the song He placed in my heart:
In my God I have a Shepherd Who provide for all my needs

From a fresh rest through correcting my steps

His Companionship in difficult trials takes away all my fears

He encourages  me to persevere

Not only does He protect me from my enemies

But He assures before them that He defends me

He fills me with complete satisfaction

And cleanse my thoughts

Because of Him I don’t fear the future

For He will be with me until the end

That exercise reminded me when I read the book Stepping Up: A Journey through the Psalms of Ascent by “my cousin” Beth Moore where she invited us at the end of each chapter to write our own version of the psalm studied.

Afterwards I visited the “Prayer room” a quiet place prepared for us, which has been announced in e-mails where we would find our names placed with one of God’s Names; there was expectation to visit the place.
My experience was kind of comic; since I went through all of His Names but I could not find mine…one after the other…NOTHING!! …I turned a little disappointed and thought that maybe because of my “almost late confirmation” they did not have time to include me. But then I tried again, and zas!!! I found myself with “ELOHIM” the God Creator…His first name in the Bible. The verses related to it, were Genesis 1:1-3, Deuteronomy 10:17; Psalm 68 y Mark 13:19.  I stayed there for a while talking with my Good Father “Who created the heavens and the earth…Who formed my heart before I was born…” As the Spanish song goes.

If you are not familiarized with God’s Names, I encourage you to search in the Bible on its meanings and what He is revealing about Himself. Each of His Names is a guaranteed promise of Who He is and what He can do.

Finally, I invite you to share the “song He has placed in your heart” the one that only you can sing; why not starting with your own version of Psalm 23 to publish it in this blog.

Have you discovered the song that only you can sing? Have you  shared His voice through you? Ask Him to make you aware of it to share it.

Su canción...en tu corazón


Reflexionando en que debo enfocarme en El y no desatender Su Voz, me dirigí prontamente a las siguientes charlas donde nos motivaron a prestar atención a la canción (el mensaje) que Él pone en nuestro corazón –a través de las experiencias, de lo que nos atrae leer o hacer; como lo hacemos, como lo comunicamos-; nos dieron un ejercicio para personalizar el Salmo 23 (y así encontrar nuestra propia voz); a continuación les comparto “la canción que Él puso en mi corazón con este salmo”:

En mi Dios tengo un pastor que provee para todas mis necesidades
Desde darme un refrescante descanso hasta corregir mis pasos errados
Su Compañía en las pruebas más difíciles aleja todo temor;
Y me anima a continuar

No solo me protege de mis enemigos
Sino que les demuestra que Él es mi Defensor

Me da total satisfacción
Y organiza mis pensamientos
Debido a El, no tengo miedo del futuro
Porque El estará conmigo hasta el final

Esta actividad me recordó el libro “Peregrinando” de “mi prima” Beth Moore ya que al final de cada lección se nos invita a re-escribir el salmo que se ha estudiado; en verdad, una bendición.

De allí, me fui al “Lugar de Oración”, un salón preparado para retirarnos a solas en oración con el Señor; un lugar de remanso, de paz. Nos habían anunciado a través de los e-mails sobre este espacio diseñado exclusivamente para nosotras, donde encontraríamos nuestros nombres vinculados con uno de los Nombres de Dios; todas teníamos la expectativa de conocer el Nombre de Dios que nos correspondería.

Mi experiencia con la búsqueda del nombre fue un poco jocosa ya que no “me encontré” en ninguno de los Nombres de Dios…fui uno tras otro…y NADA!!... me puse un poco triste…pensé que quizás debido a lo tardío de mi confirmación no habían tenido tiempo de incluirme. Pero luego volví a buscar y… Gloria a Dios!!  Allí estaba con el nombre “ELOHIM” el Dios Creador…es el primer nombre de Dios que aparece en la Biblia. 

Los pasajes que se relacionaron con este nombre fueron  Génesis 1:1-3, Deuteronomio 10:17; Salmo 68 y Marcos 13:19.  Allí me quedé un rato conversando con mi Padre Bueno que “creó los cielos y la tierra hizo [El]…Quien formó mi corazón antes de nacer…” como dice la canción.

Si no has tenido oportunidad de familiarizarte con los diferentes Nombres de Dios, te motivo a buscarlos en la Biblia y a profundizar en su significado para que lo conozcas mas a El; ese es el propósito de que Él se haya revelado a través de esos nombres diferentes.  Cada  Nombre de Dios nos garantiza una promesa de Quien es El y lo que puede hacer.

Te invito a animarte para que “dejes oír la canción que Él ha puesto en tu corazón”; hay una canción que solo tu puedes cantar porque solo a ti, Él la ha comunicado de una manera personal. Si lo deseas, podemos publicar “tu Salmo 23” aquí en el blog.

Has descubierto la canción que solo tu puedes cantar? Has permitido que Su Voz se transmita a través de ti?  Pídele  que te dé sensibilidad para escucharla y el denuedo y la gracia para comunicarla.

Enfocandonos...dejar de ignorar Su Voz



“Porque mis ojos miran hacia Ti, oh DIOS, Señor; en Ti me refugio…”
Salmo 141:8
Como había compartido antes, la noche de llegada había respondido que la razón por la que estaba en la conferencia era porque necesitaba “enfocarme”; ya comprenderán cuan grata sorpresa recibí cuando entré a la primera actividad que consistía en un tiempo devocional titulado “Manteniendo el animo en medio del desánimo” donde la facilitadora nos invitaba a enfocarnos en El, a poner nuestros ojos en El en medio de toda circunstancia que se nos presentara en la medida en que le servimos a El, recordándonos que esa la única manera de mantenernos animadas a seguir adelante.
En la medida en que ella (Luann Prater) iba compartiendo la reflexión, Betty Shoopman pintaba la imagen que les comparto al inicio de este mensaje; y luego, nos dieron un souvenir con la misma.
De inmediato fui a la primera charla donde nos recordaron que debemos dejar la costumbre de “ignorar la voz de Dios”  cuando nos llama a compartir Su Mensaje; que no olvidemos que “Dios no llama al que está capacitado sino que El capacita a quien llama”.
La pregunta clave no es “como hacerlo?” sino “Él me ha llamado?”; la facilitadora (Emily Freeman) compartió su sorpresa cuando Dios fue confirmando Su llamado y como se decía a si misma “no estoy loca!!”…lo cual me dio esperanzas de que un día también me diré lo mismo (ya saben lo que me digo hoy...).
También nos invitaba a preguntarnos: Porqué quiero hacerlo? (dependiendo del llamado de cada una) y estar conscientes que servirle al Señor requiere esfuerzo y sacrificio.  Es necesario que nos aseguremos de estar haciendo aquello a lo cual Él nos ha llamado; aunque haya otros haciendo lo mismo, solamente cada una de nosotras, podrá hacerlo de la manera particular a que Él nos haya llamado.
Nos recomendó que tengamos tres personas: i) un mentor que nos oriente; ii) alguien que esté en el mismo camino para que oremos unas por las otras; y, iii) alguien a quien motivar, con quien compartir lo que hemos aprendido –sea mucho o poco-.
Otro punto importante es tener cuidado de no dejar de atender a Su Voz porque queremos pretender “ser humildes”; pues no debemos olvidar que el llamado de Dios siempre será mayor que nosotras; pero debemos atenderlo si Él nos ha llamado.
Te has desenfocado? Has ignorado Su Voz? Cuales son tus distracciones "favoritas"? Tienes miedo de atender a Su Llamado?
Míralo a El, no a tus circunstancias, ni siquiera a ti misma ni tus limitaciones…atiende a Su Voz…y síguelo con “los ojos puestos en El”, no en la meta.

Getting focused…stop ignoring His Voice…


“But my eyes are fixed on You, Sovereign Lord; in You I take refuge”
Psalm 141:8ª (NIV)
 As I shared before in another post, the arrival night when I was asked on reasons why I went to She Speaks, I answered that I needed to focus; then, you may understand how I rejoiced when I went into the devotional time on Friday morning titled “Staying encouraged in the midst of discouragement” in which the speaker invited us to focus in Him (to fix our eyes in HIM!!) in the middle of any circumstances that may arise when we are serving Him as it is the only way that we can keep encouraged to move on.

As she continued with the devotional, Betty Shoopman painted the image in the top of this post. Afterwards, I went to the first workshop where we were reminded to stop “ignoring God’s Voice” calling us to share His Message; to keep in mind that “He does not call the equipped but that rather He equips those He calls”.
The key question is not “how to do it?” but “Has He called me?”; she shared how the Lord confirmed her calling and she thought to herself “I am not crazy!!”… it gave me hope to say the same to myself in the future.
She also invited us to ask us “why do I want to do it?  And to be aware of the sacrifice and price that we have to pay to serve Him. To be sure that we are doing what He has called us to do; regardless that there may be many doing the same thing as particularly each of us, will only be capable of doing it as He wants us to do His Work, as individuals.
Some of her recommendations: a) to have someone that can serve as mentor; another person who is running the same career with us; and, someone whom we can encourage and share what we have learned –as Little as it may be-; b) to be careful of trying to be so humble that we ignore His Voice –His call will always exceed us-.
Are you feeling unfocused? What are your main distractions? Have you ignore His Voice? How?  Are you afraid to attend His Calling to your life?
Fix your eyes on Him, not on the circumstances, not on yourself and your limitations…pay attention to His Voice and follow Him looking unto Jesus, not your goal.

What am I doing here?


Who am I that I should go to…?” Exodus 3:11

Human beings are so complex. One might have thought that after overcoming many obstacles and seeing God’s intervention with His Provision, facing 2 giants (airplanes) once in the conference I would have been crying out loud “I am here!”… instead, mostly one question came to my mind “what am I doing here?” “I know no one here”.

The first group I met was in the shuttle from the airport to the hotel. They shared how the Lord was working in their lives to start a women’s ministry in their church. Inmediately, I suggested some books on the topic, but to my surprise they did not know the authors (among which, it was “my cousin”); thanks God I did not happen to see my “amazed face” that they did not know “my cousin”. The Lord started to work something hidden in my heart as Psalm 19:12 states.

At the dinner in the arrival night, I met some sisters; one of the topics we shared was adoption (as some of them have adopted kids) for my surprise it arose during the whole conference. That issue was in my mind because some couple of weeks ago someone asked me to discuss it in the blog from a biblical perspective.

Among conversations, someone asked me the reason to be in the conference; my answer? To be focused; since I have been distracted in many things.

When going to bed –very tired- again the same question came to my mind “what am I doing here?” the next day as I woke up “kind of lost” I reminded myself where I was; and, again, the question arose. Have you ever had such uncertainty feeling? Have you dare to ask the Lord: what am I doing here?

In those moments, we would like a signal from heaven to clear up our mind; but as it happened with Moses in Exodus 3:11-12 when asking the Lord “who am I to do Your work?”, His Answer was “I will be with you..” and the signal will be shown once we do His Work…it will not come from heaven…but from a worshipper and grateful heart because He has fulfilled His Promise of His Presence with us.

Qué hago aquí?


“Y quien soy yo para…?” Éxodo 3:11

En verdad que los seres humanos somos tan complejos.  Es de suponerse que luego (i) de haber pasado varias noches prácticamente sin dormir preparando el documento que debía presentar a pesar de todas la circunstancias que surgieron; (ii) haber recibido la provisión de Dios para mi pasaje; (iii) haberme enfrentado a dos gigantes (dos aviones diferentes hasta Charlotte, North Carolina), cuando finalmente me encontrara en la conferencia, debía estar dando saltos de jubilo por “haberlo logrado”…pero no… lo único que venia a mi mente era “qué hago aquí?”…”sola?” “no conozco a nadie!” 

En el aeropuerto debía esperar un minibús que estaría recogiendo a las participantes para llevarnos hasta Concord, North Carolina. 

En ese trayecto conocí varias hermanas que iban a la parte de la conferencia que correspondía al programa sobre “ministerio de mujeres” quienes compartieron sobre lo que Dios estaba haciendo en sus vidas uniéndolas para formar el ministerio de mujeres de su iglesia. 

De inmediato, empecé a sugerirles libros sobre el tema, creyendo que conocerían las autoras (algunas de “mis primas”)…para mi sorpresa hasta me pidieron que les deletreara el nombre. Me imagino mi cara de asombro (gracias a Dios que yo no la pude ver!!) pues en mi mente pensaba “y cómo es posible que no conozcan “a mi prima”?. Por aquí empezó el Señor a trabajar en mi corazón, algunas áreas de pecado que estaban ocultas (como dice el Salmo 19:12).

La noche de llegada teníamos una cena; fue un buen tiempo y allí empecé a conocer a algunas de las que ya había “visto” en el grupo de Facebook.  Uno de los temas que surgió desde ese momento y hasta el final de la conferencia fue el de la adopción; un tema que estaba en mi mente debido a una solicitud que me habían hecho de que publique algunos mensajes sobre la perspectiva bíblica del mismo. 

En una de las conversaciones, entre varias preguntas intercambiadas, alguien me pidió conocer las razones por las cuales me encontraba allí; mi respuesta fue que sentía la necesidad de “enfocarme” pues me había dado cuenta que estaba un poco distraída.

Finalmente, ya sin fuerzas fui a acostarme preguntándome una y otra vez: qué hago aquí? Cuando desperté al día siguiente, estaba un poco “perdida” y tuve que recordarme a mi misma, donde me encontraba. Y de inmediato, me surgió de nuevo la misma pregunta. Has experimentado esa sensación de incertidumbre, temor, inseguridad? Te has atrevido a preguntarle a Dios: Señor qué hago aquí? 

En esos casos, quisiéramos que saliera una señal del cielo que nos aclare todo el panorama. Pero al igual que a Moisés cuando le preguntaba a Dios  en Éxodo 3:11-12 “quién soy yo para hacer Tu obra?”, Su Respuesta es “YO estaré contigo…” y la señal será posterior al evento…no vendrá del cielo sino que subirá de nuestros corazones hacia lo Alto cuando adoremos agradeciéndole por haber cumplido Su Promesa de Su Presencia con nosotros. 
 

Design in CSS by TemplateWorld and sponsored by SmashingMagazine
Blogger Template created by Deluxe Templates