Esperanza en el poder de la resurrección (2)

En el mensaje anterior estuvimos viendo el contraste entre los pasajes de Filipenses 2: 5-11 (Cristo en toda Su humillación y posterior exaltación por el Padre) y Colosenses 1:15-20 (Cristo en toda Su Supremacía, en toda Su Plenitud) y cómo el apóstol Pablo había seguido Sus Pisadas de "despojarse a sí mismo"cuando prefirió conocer a Cristo Jesús, Su Señor "por amor de quien" lo había perdido todo (Filipenses 3).

Quizás nos preguntemos: si el tema de este mes es "Esperanza en el poder de Dios" porqué hablar de debilidad, de despojarse, de perderlo todo? no sería éste más bien un tema de desesperanza?

Esa es la clave de la verdadera esperanza... la esperanza del Evangelio: pues, "lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios, y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es para deshacer lo que es." (1 Cor. 1:18-31). Si se te hace difícil entenderlo revisa las reflexiones sobre la genealogía de Cristo a la cual nos referimos en la anterior entrega.

Entonces dónde está la esperanza del Evangelio de que nos habla Col. 1:23?


1. En la Palabra de la cruz: la cual para los que se pierden es LOCURA.. pero, a los que se salvan es PODER DE DIOS (1 Cor.1:18)

2. En Cristo crucificado: que es PODER DE DIOS (1 Cor.1:24) para salvación; pero además, sabiduría, justificación, santificación y redención (1 Cor.1:30)

3. En lo débil de Dios: que es más fuerte que los hombres (1 Cor. 1:25); cuando pensamos en "lo débil de Dios" pudiera llegarnos a la mente precisamente las implicaciones del pasaje de Filipenses 2:5-11, el cual recomiendo que lemaos nuevamente teniendo en mente esta frase.

Cuál pudiera ser la razón de que nuestra esperanza se encuentre en "la debilidad"? Que Dios conociendo nuestros corazones vanagloriosos y orgullosos sabe que si hubiera poder en nosotros mismos para salvarnos en nuestra carne (nuestra propia justicia)... "nos jactaríamos en Su Presencia.." (1 Cor. 1:29) así como también lo expresa Efesios 2:8-9 :"...y esto no de vosotros, pues, es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe..."

Y cuál, entonces, el propósito? Que si voy a gloriarme de algo por mi salvación "...me gloríe en el Señor..." (1 Cor. 1:31). Sólo El es capaz de recibir gloria sin que el orgullo aparezca, pues, en El no hay pecado, El es Santo, Santo, Santo.

Luego de las anteriores consideraciones, quizás podemos entender mejor a qué se refería el apóstol Pablo cuando prefería "ser hallado en El, no teniendo [su] propia justicia ... sino la que es por la fe de Cristo..."? (Fil. 3:9)

Continúa.../

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