Les había anunciado que el tema de este mes en el calendario "Esperanza para cada día" (que nos sirve de base para las reflexiones que hemos venido compartiendo en este año) corresponde a "Esperanza en el poder de Dios" y qué mejor ocasión para meditar sobre el poder de Dios, que el día en que celebramos la Resurrección de Cristo?
El apóstol Pablo declara en Filipenses 3:7-10 que se despojaba de todo aquello que antes valoró (su origen, sus logros, su posición, sus títulos, su conocimiento religioso) y aún más, que todo lo consideraba como basura (este término pudiera así mismo interpretarse como "estiércol") con tal de alcanzar y ganar sólo una cosa: Conocer a Cristo Jesús y el poder de Su resurrección... su Señor "por amor del cual lo había perdido todo..."
De quién aprendió Pablo el ejemplo de despojarse de todo aquello que consideraba de valor? del mismo Jesús, pues, apenas en el capítulo anterior, es decir, Filipenses 2, nos habla de que Jesús al venir a encarnarse y padecer en la cruz no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que "se despojó a sí mismo".
Varios pasajes de Colosenses 1 nos pueden dar una idea de aquello a que Jesús renunció para obedecer "...hasta la muerte de cruz"; veamos:
1) versículo 16: En El fueron creadas todas las cosas; y, sin embargo, en su humanidad en esta tierra, El no tenía ni siquiera "donde apoyar su cabeza" (Mateo 8:20)
2) versículo 18: "para que en todo tenga la primacía [o preeminencia en algunas versiones]..."; y El se hizo hombre y dentro de los hombres, siervo y dentro de los siervos... fue a la cruz.
Pero aún más, si vemos la genealogía de Cristo en Mateo 1 encontraremos que no hay allí nada de qué vanagloriarse, pues cuando se dice que Jesús viene:
a) De la tribu de Judá se está refiriendo a que viene de Tamar quien engendró a Fares nada más y nada menos que con su suegro Judá (hijo de Jacob) a quien engañó;
b) Pero también se dice que Jesús es del linaje de David, y en este caso se refiere a que entre los ascendientes del Rey David se encuentra Rut la moabita, pues venía de la región de Moab, siendo este gentilicio el vínculo que la une al hijo mayor que Lot que procreó con una de sus hijas; es increíble que Aquel que es Santo, Santo, Santo haya venido a despojarse de toda Su Grandeza, de Su Preeminencia, Su Primacía y a incluir en su genealogía pública estas historias de bajeza (no las esconde, no se averguenza; las puedes encontrar en Mateo 1). Y luego nos llama a que "sigamos Sus Pisadas".
Continúa.../
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