TESTIMONIO BERTHA AQUINO DE DOMINGUEZ (esposa pastor Marthyn Dominguez, Iglesia Bautista Invivienda)
El conoce el deseo de mi corazón y el de todos los que me aman: quiero sanarme, quiero vivir, ver mis nietos y también verlos crecer pero sobre todo, lo que más quiero es que El haga Su Voluntad en mi vida pues según Romanos 12:1-2 “Os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional, no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”, y mi anhelo es que quiero vivir y morir dentro del Plan Perfecto de Dios.
El conoce el deseo de mi corazón y el de todos los que me aman: quiero sanarme, quiero vivir, ver mis nietos y también verlos crecer pero sobre todo, lo que más quiero es que El haga Su Voluntad en mi vida pues según Romanos 12:1-2 “Os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional, no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”, y mi anhelo es que quiero vivir y morir dentro del Plan Perfecto de Dios.
Leí en un escrito que la Biblia en todos sus libros habla de no tener temor y que esa fue una de las enseñanzas que Jesús mas instruyó a Sus discípulos.
En Isaías 41:10, el Señor nos dice: “no temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerza; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”.
Así mismo, en una ocasión en que Jesús estaba en una barca con sus discípulos, se desató una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca. Jesús dormía y ellos le despertaron diciendo: “Señor, sálvanos que perecemos”; Jesús les dijo: ¿Por qué temen hombres de poca fe? Jesús levantándose calmó la tempestad y se hizo grande bonanza.
En esas ocasiones en que viene la enfermedad y parece una tempestad que no tiene solución... acudo a El, y El me trae la calma y bonanza.
Cuando las damas de las iglesias me dicen “Tú nos animas, te ponemos de ejemplo en nuestra iglesia”, quiero que sepan primero que creo que Dios es el que da las fuerzas para seguir adelante; y, segundo, que veo propósito para el cáncer en mi vida, pues leo en Su Palabra en 2 Cor.1:4 “El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios”.
Continúa.../
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