Casco con foco |
Hasta ahora solamente hemos
iniciado las fases de (i) “planificación” (orar pidiendo a Dios que nos de sabiduría)
y (ii) “exploración” (leer cada día un capítulo de Proverbios para luego
someternos a unos examencitos); previo a iniciar la fase de “explotación”
debemos asegurarnos de que sabemos lo que estaremos buscando.
En una serie de estudios y
meditaciones bajo el título “Mujer Sabia” resultaría “poco sabio” empezar la explotación
sin detenernos a considerar el objeto que estamos buscando; imaginemos que
realmente desempeñamos labores como mineras y se nos contrata para buscar un
metal precioso pero no se nos enseña cómo luce el mismo; de seguro ocurrirá que
tendremos el preciado metal ante nuestros ojos y ni sabremos de qué se trata.
Por lo tanto, observemos a “la
Luz de Su Palabra” qué es la sabiduría de manera que en la medida en que
vayamos encontrando “pepitas de sabiduría” tengamos el suficiente
discernimiento para identificarlas en lugar de dejarlas tiradas como si se
tratara de cualquier otro pedazo de roca sin valor.
Primeramente, debemos
conocer que atendiendo al pasaje de que se trate, la palabra “sabiduría” puede
referirse a destrezas o habilidades prácticas
(Éxodo 31:3,6; Ezequiel 27:8); sagacidad
en los negocios (Job 2:2,12); discernimiento para dar consejo (2 Samuel
13:3); prudencia para gobernar (1 Reyes
3:28; 4:29-34); prudencia práctica en la vida (Lucas 2:40,52; Santiago 1:5); destreza
administrativa (Hechos 6:3) o habilidad para enseñar (Col.1:28; 3:16).
Puede decirse como señalan algunos
que la sabiduría consiste básicamente en “aplicar bien lo que uno sabe a lo que
uno hace a fin de lograr un buen vivir”; es decir, no quedarse en la teoría sino
llevarla a la práctica.
Sin embargo, la verdadera sabiduría
–a la cual queremos prestar especial atención durante este entrenamiento “minero”-
es aquella que “da a Dios el lugar más prominente, en la mente, el corazón y la
vida”; es decir, la que “entraña obediencia a Dios y se manifiesta en amar la
bondad y la justicia de Dios” la cual es etiquetada en la Biblia como el “temor
a Jehová”:
-
Job 28:28 “El
temor del Señor es la sabiduría”
(Este versículo es la culminación de un himno a la sabiduría que salió
de los labios de Job; si puedes leer el capítulo completo observarás que Job
contrasta la búsqueda de la sabiduría con la actividad minera)
-
Salmo 111:10 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová…”
-
Proverbios 1:7 “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová…”
-
Proverbios 9:10 “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría…”
-
Proverbios 15:33 “El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría…”
Aunque la búsqueda y extracción
de ese tipo de “piedra preciosa” es parte de nuestras labores mineras en este
2013, nuestra misión esencial es encontrar a la Piedra “que desecharon los edificadores”
(Salmo 118:22; Mateo 21:42; Efesios 2:20; 1 Pedro 2:7) la cual tristemente han
tenido muchos en sus manos y no la han tomado consigo; para aquellos que han
descubierto Su incalculable valor esta Piedra lleva el nombre de “Sabiduría de
Dios” (1 Corintios 1:24)…esa Piedra es una Persona: Cristo Jesús; pues, todas
las demás “piedras preciosas” a las cuales nos hemos referido, vendrán “por añadidura”
una vez que lo busquemos y encontremos a Él.(Mateo 6:33).
Para reflexionar: Habías
considerado que, dado que la sabiduría de una persona se fundamenta en que esta
tenga o no temor de Dios a través de la persona de Jesús, entonces, un niño que
Lo conozca es más sabio que un adulto “experimentado” y “exitoso” según los estándares
del mundo pero que ha rechazado la revelación de Dios?
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