En la última entrega iniciamos el “examen que
nadie quiere tomar”, espero que te haya ido bien, no necesariamente porque
hayas sacado puras “A” en tus respuestas sino porque Dios te haya permitido
identificar áreas de tu vida que debes entregarle para trabajarlas junto a Él.
Si fue así, hagamos un alto y pidámosle
perdón por aquellas actitudes de nuestro corazón que no demuestran que
realmente somos mujeres con un verdadero temor de Él si en lugar de virtuosas
hemos sido necias; si más que ser ayudadoras hemos sido de estorbo con nuestras
constantes quejas, pereza, falta de organización, egoísmo –reclamando siempre
la atención hacia nosotras, en lugar de servir a los demás-:
Gracias por Tu Palabra porque en ella nos has
dado
Todo lo que necesitamos para vivir una vida
piadosa;
Gracias que Tu Santo Espíritu nos capacita
para
Hacerlo todo a través de Cristo Quien nos
fortalece
Perdónanos cuando no hemos querido rendirnos
a Tu Voluntad
Y Tu Diseño para nuestras vidas como mujeres
cristianas.
Danos un verdadero arrepentimiento, Tu Gracia
y Ayuda
Para ser esas mujeres virtuosas que en todo
procuran agradarte.
En Cristo Jesús. Amen.
Concluyamos nuestro examen:
1. Porqué es reconocido tu esposo? Por todo lo
que te quejas de él? Por las debilidades que has contado a todos; que andas
gritando a los cuatro vientos? (v.23)
2. Qué recuerdan más las personas al pasar
tiempo con nosotras? Nuestro carácter o nuestro atuendo? A qué prestamos mayor
atención? En qué hacemos mayor énfasis?
A qué le damos mayor valor? (v.25)
3. Cuando abro mi boca: salen palabras de
sabiduría? O de mujer necia? Hay enseñanza de bondad en mis palabras? Soy
clemente al hablar? O por el contrario, son mis palabras como cuchillos o
espadas que destrozan a quienes las escuchan? (v.26)
4. Cómo están las relaciones con mi familia? Mis
hijos y mi esposo me bendicen con sus palabras, sus acciones y su compañía? Así como los he bendecido con
mis palabras, acciones y compañía? O por
el contrario, prefieren salir huyendo para escapar de mi amargura? De mis
constantes reproches? Y quejas? Me perciben como una mujer que ha sido
bendecida por Dios; salen de mis labios palabras de gratitud por Sus Bondades?
O como la “pobrecita yo” que nunca está satisfecha? Tengo que vivir recordándoles
mis esfuerzos y sacrificios o quejándome de que nadie me agradece nada? o mi
testimonio de un corazón agradecido, afable y apacible los inspira a reconocer
mis obras de manera espontánea (v.28)
5. Has reflexionado sobre el engaño de la
hermosura y la vanidad de la belleza?
Piensa en la vida de celebridades o reinas de belleza que fueron famosas
por su apariencia física y considera el resultado de sus vidas. Es mala la
belleza por sí misma? O es lo que hacemos de/con ella lo que resulta pecaminoso?
Donde está el verdadero valor de una mujer cristiana? Por qué? (v.30)
6. Por qué ha de ser alabada una mujer cristiana
(v.30 y 31); quienes propiciarán esa alabanza? Los promotores de su alabanza a
quienes contagiarán? Crees que esa debe
ser la motivación para tratar de cultivar las virtudes de la mujer de
Proverbios 31? Cuál es la intención que debe haber en nuestro corazón para
hacer todo lo que hacemos? (1 Cor.10:31)