Necesito
confesar que si bien he tenido una serie de situaciones que no me han permitido
escribir con la frecuencia acostumbrada, me parece que recientemente le he dado
largas a cerrar el estudio bíblico de Proverbios debido, precisamente al tema
de su último capítulo “La Mujer Virtuosa” ya que ante la lectura de ese pasaje
tengo sentimientos encontrados; por un lado como quisiera tener esas virtudes
pero mientras las leo me doy cuenta cuán lejos estoy y lo inalcanzable que
parece llegar a esa cúspide.
Entonces,
encuentro que una de “mis primas” dice que toda mujer cristiana tiene que
llegar a cultivar todas esas
virtudes (siii!! TODAS!!), mientras que otra “prima” enseña que podría
entenderse que se trata más bien de un ideal de mujer cristiana que debemos
perseguir, aunque por otro lado, parecería que se trata de una mujer real; aun
en este último caso, debemos recordar que ella seguramente tenía sus faltas y
debilidades como todas nosotras y sin lugar a dudas, también tenía problemas en
su matrimonio y en su familia pues nadie tiene una vida tan perfecta que no
deba lidiar con los mismos problemas que enfrentamos en nuestro diario vivir;
en especial, esta “prima” resalta que nunca podremos ser la Mujer Virtuosa de
Proverbios 31 en nuestras propias fuerzas ni determinación pues se requiere de
la intervención y gracia divinas para ayudarnos y que, tampoco se logra de la
noche a la mañana, sino que requiere tiempo.
Algo que
llama mi atención de Proverbios 31 es que estas fueron palabras que la madre
del rey Lemuel le había enseñado; cualquiera podría pensar que este es un
pasaje que deban usar las madres con sus hijas jóvenes para instruirlas en ser
mujeres virtuosas pero nunca uno que debía utilizar la madre para que sus hijos
jóvenes aprendan a distinguir las cualidades que deben procurar en la mujer con
quien pretendan casarse.
1. Qué hemos enseñado a nuestros varones sobre
las virtudes una esposa idónea?
2. Hemos dedicado tiempo a esta enseñanza?
3. Dejamos que sea el mundo –los programas de
TV, revistas, artistas- que les moldeen sus pensamientos respecto al ideal de
la mujer con quien casarse?
4. Porqué la madre del rey Lemuel habrá
considerado importante instruir a su hijo sobre este aspecto?
5. Porqué tú consideras importante (o no)
dedicar tiempo a conversar con tus jóvenes respecto a las cualidades que debe
buscar en la que será su compañera de por vida?
6. Independientemente de la edad de tu hijo, has
pensado en el impacto que tendrá en su vida, la mujer con quien se case?
7. Reflexiona en los versículos 11, 12 y 23
desde la perspectiva del esposo (tu hijo).
8. Has orado a Dios por esa “mujer virtuosa”
para tu hijo?
9. Estás formando a tu hijo para que sea el
esposo que esa mujer virtuosa necesita?
10. Estás modelándole ese carácter de la mujer
virtuosa para que en el futuro él pueda valorarlo en la mujer con quien quiera
casarse?
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