Cuando conocí a la hermana cuyo testimonio nos estará bendiciendo durante este mes, nunca imaginé cómo Dios impactaría mi vida de fe a través de la suya, porque esta es una mujer que estaba siendo probada de una manera que me confrontaba… en especial por su respuesta en medio de esas pruebas.
Ese impacto al cual me refiero ocurrió unos meses después de haber empezado a relacionarme con esta mujer a quien veía siempre sonriente, con un consejo en los labios, con una fortaleza y fe indescriptibles en la oración; cuando vemos a alguien así, erróneamente asumimos que todo debe marchar “a las mil maravillas” en su vida, en especial porque en ningún momento le has escuchado quejarse.
Para sorpresa de varias hermanas que fuimos a su casa para una “vigilia/mini-retiro” que hicimos a principios del año 2005, nos encontramos con un lugar prácticamente desolado, pues eran muy pocas las casas que estaban habitadas alrededor, ya que se trataba de un residencial que apenas empezaba a desarrollarse, pero al cual ella se vio obligada a mudarse luego de haber perdido su empleo y pasado varios meses sin conseguir ninguno; además, allí nos pudimos percatar de la real situación en que se encontraba esa hermana sonriente y que servía de apoyo y sostén a tantas de nosotras.
En ese momento me sentí confrontada porque pensé que si fuera yo quien estuviera en su lugar, seguramente “media humanidad” lo sabría; realmente hasta cuestioné mi fe al ver que siendo ella una mujer sola, no tenía miedo de dormir en medio de “la nada”, donde nadie escucharía su llamado por auxilio si hubiera llegado el momento. En verdad pensé para mis adentros: yo no tengo esa fe. Y era verdad, en mi caminar con Cristo no había madurado en mi fe hasta el punto de entender que una de Sus más preciosas promesas estaba escondida en Juan 16:33 “En el mundo tendréis aflicción… más confiad…Yo he vencido al mundo…”, es decir, no saboreaba todavía LA SOBERANIA DE DIOS en medio del sufrimiento de manera viva, real y personal, sin que esto implique que la saboreo en su totalidad, pero creo tener algo más de entendimiento que en aquella época.
Parte del testimonio que ella comparte hoy con nosotras, es precisamente de esa época “de desierto” en su vida y cómo hoy ella ha visto QUE AL FINAL HA SIDO MUCHO MEJOR LO QUE VINO, pues el Señor se manifestó como su JEHOVA JIREH, es decir, Su Dios que provee, pues le proveyó no solamente recursos económicos, sino también compañía y aún más, la Provisión Espiritual que su alma necesitaba en ese momento para ser restaurada, EL ES NUESTRA PROVISION: UNA PROVISION QUE ES MAS QUE SUFICIENTE; esa es la esperanza de los hijos de Dios de que Romanos 8:28 es y será siempre, en Cristo, SI, y en Cristo: AMEN!!
Testimonio de Marisol Tavares:
“Porque Tú, Oh Señor Jehová, eres mi esperanza, seguridad mía desde mi juventud” Salmo 71:5
En nuestro desconocimiento de Dios tendemos a entender Su “plan maravilloso” desde una perspectiva muy diferente a la que El tiene para nuestra vida; en nuestra humanidad “maravilloso” significa comodidad, salud, todas las facturas pagadas, cero deudas, cero enfermedades, un matrimonio feliz con dos hijos de conducta excelente, un trabajo agradable y bien remunerado, y siempre con expectativas de muchas bendiciones “según mi yo”; éxito y prosperidad “a la manera del mundo”.
Pero en el trayecto de nuestro caminar descubrimos que Dios sí tiene un plan maravilloso para nuestras vidas para lo cual necesito enfocar mi perspectiva; así podemos ver el caso de Job.
Continúa...
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