Continuando con "nuestro paseo" encontramos a un gran héroe de la fe, Noé; quien fue obediente a Dios al punto de ser usado por el SEÑOR como instrumento para preservar la raza humana... y sin embargo, en un momento de debilidad, toda esa imagen se fue por la borda desluciendo su rol de padre producto de los efectos del vino (Génesis 9:18-27).
Deteniéndonos más adelante, encontramos a un hombre con un gran corazón de padre, se trata precisamente del "padre de la fe" Abraham; quien antes de tener sus propios hijos, ya era como un padre para su sobrino Lot a quien, vez tras vez, le hizo receptor no solo de sus favores sino áun más, de los favores y misericordias de Dios (Génesis 14 y 19), a pesar de que Lot no resultó tener un corazón tan agradecido (Génesis 13).
Unos años más tarde, Abraham tiene que enfrentar las consecuencias por no haber esperado el tiempo de Dios, pues debía tomar la decisión dolorosa (Gén. 21:11) de separarse de su hijo Ismael aún en violación a los Códigos legales de su época (Hammurabi y Nuzi); ante este aparente rechazo y abandono, Dios intervino no sólo prometiendo Su Cuidado para Ismael sino aún más, cumpliéndolo, como Dios de Pactos y Padre Amoroso que El es. (Génesis 21:12-21).
Por último vemos la estrecha relación que sostiene con el "hijo de la promesa", Isaac, "...a quien ama[ba]..." (Génesis 22:2) pero no al punto de desobedecer la orden de Dios de sacrificarlo... una prueba extrema de fe... la cual traspasaba en ese momento a su hijo, cuando le respondió a su pregunta sobre la falta de cordero para el holocausto, diciéndole "DIOS SE PROVEERA"
Ya viejo, el padre de la fe, quería asegurarse de que a su partida su hijo continuara en los caminos del SEÑOR, al procurar su matrimonio con una mujer que no adorase otros dioses (Génesis 24).
Sin embargo, este hijo -Isaac- (quizás por el hecho de haber sido unico en su hogar) no supo manejar equilibradamente sus afectos frente a sus hijos (Jacob y Esaú) lo que provocó celos, contiendas y separación durante la mayor parte de la vida de sus hijos, produciéndose un deterioro que afectaría las generaciones futuras, pues, Jacob repitió el patrón de "preferencias" con su hijo José, provocando celos de los demás hermanos que los llevaron a planificar matarlo -gracias a Dios no se ejecutó-, y, haciéndolos venderlo como esclavo.
Continúa.../
Unos años más tarde, Abraham tiene que enfrentar las consecuencias por no haber esperado el tiempo de Dios, pues debía tomar la decisión dolorosa (Gén. 21:11) de separarse de su hijo Ismael aún en violación a los Códigos legales de su época (Hammurabi y Nuzi); ante este aparente rechazo y abandono, Dios intervino no sólo prometiendo Su Cuidado para Ismael sino aún más, cumpliéndolo, como Dios de Pactos y Padre Amoroso que El es. (Génesis 21:12-21).
Por último vemos la estrecha relación que sostiene con el "hijo de la promesa", Isaac, "...a quien ama[ba]..." (Génesis 22:2) pero no al punto de desobedecer la orden de Dios de sacrificarlo... una prueba extrema de fe... la cual traspasaba en ese momento a su hijo, cuando le respondió a su pregunta sobre la falta de cordero para el holocausto, diciéndole "DIOS SE PROVEERA"
Ya viejo, el padre de la fe, quería asegurarse de que a su partida su hijo continuara en los caminos del SEÑOR, al procurar su matrimonio con una mujer que no adorase otros dioses (Génesis 24).
Sin embargo, este hijo -Isaac- (quizás por el hecho de haber sido unico en su hogar) no supo manejar equilibradamente sus afectos frente a sus hijos (Jacob y Esaú) lo que provocó celos, contiendas y separación durante la mayor parte de la vida de sus hijos, produciéndose un deterioro que afectaría las generaciones futuras, pues, Jacob repitió el patrón de "preferencias" con su hijo José, provocando celos de los demás hermanos que los llevaron a planificar matarlo -gracias a Dios no se ejecutó-, y, haciéndolos venderlo como esclavo.
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