TESTIMONIO BERTHA AQUINO DE DOMINGUEZ (esposa pastor Marthyn Domínguez Iglesia Bautista Invivienda)
Dios nos guió para usar el apartamento en que vivíamos para una Misión Bautista.
En cuanto a mi salud aparentemente estaba bien, solamente requería chequeos rutinarios. Ya habían pasados siete años del primer cáncer, cuando sentí una molestia en el otro seno y resultó ser otro tumor maligno. No se trataba de metástasis del primero, sino que era un cáncer nuevo. En ese momento mis hijos tenían dos y tres años. Esta vez recibí radioterapia y quimioterapia.
Fueron tiempos muy difíciles, pues teniendo dos hijos pequeños, debía enfrentar los efectos de esas terapias. Viene a mi memoria la pregunta de un familiar muy cercano, quien esa época me cuestionó ¿porqué a ti de nuevo? y le respondí: porque si fuera a ti, te deprimirías con solo haber recibido la noticia y Dios sabe que puedo recibir esta prueba y puedo continuar adelante dando testimonio de Su Amor y Poder.
En este tiempo Dios me sustentó de tal manera que no me sentí deprimida, desalentada ni sola. Dios se mantuvo a mi lado, diciéndome “estoy contigo todos los días” Mateo 18:20.
Este cáncer apareció en el año 1997, es decir, siete años después del primero. Cuando concluyeron las terapias, estaba en tratamiento rutinario, aparentemente todo marchaba bien.
Así que durante este tiempo serví en el seminario, en la iglesia y en la obra bautista nacional. Transcurridos diez años de encontrarme en estas condiciones, sentí unos dolores muy fuertes en el hombro derecho de tal manera que no me podía acostar; se hacían más fuertes en la noche; aprovechaba cuando se calmaban un poco para dormir unas horas en posición sentada.
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