- Desde el principio, sépalo manita, “uté no es la protagonista”. Jesucristo lo es, y lo será una y otra vez. Usted es la que está agarrada del hermoso Actor Principal que la lidera en ese cuarto a hacer lo que Él designe. “Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él” (Salmo 37: 7aBRV60 ). Sucede que el Actor es el Productor, y a la vez el Director, además de que también es el Guionista; “…puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…” (Hebreos 12:2a, BLA).
- Mujer, tú eres una terrible actriz. Eres tan mala que no deberías estar en el reparto, pero por Gracia, ahora te encuentras en Su Obra. “Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.” (Ro 6:4, BLA). Y no se trata de ropa nueva manita… es corazón transformado por la constante purificación. A la luz de los sufrimientos en la crucifixión, deberíamos decirle a Dios “licúame, tírame, restriégame, abáteme, tó lo que Tú quieras Jefe, yo nada merezco.”
- Haz caso omiso al público y a tu carne, y comprométete a ir al cajoncito temible y, delante del Señor, ver tu pecado tal cual es. No resistas la bondad de Dios cuando Él desee llamarte la atención hacia tu maldad… Déjate amar: “Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.” (Prov 3:11, BLA)
- El castigo asegura que verdaderamente eres Su hija… “Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos verdaderos” (Heb.12:8, BLA)
- Hermana, Fil 4:4 "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!". Cuando pienses en este versículo, no te remontes a verte con una sonrisa en el rostro de continuo, y los pajaritos posándose en tu ventana, y que cuando limpias la casa van a entrar los venados y las ardillas a ayudarte, como en Blancanieves. O, no. Lo hermoso sería ver un corazón castigado por el Señor y que confíe en que Su Voluntad es buena, agradable y perfecta; y que consecuentemente aquello produzca alabanza. Manita, si Dios te pide que te regocijes, Él no va a ser tan malo como para negártelo. Si hay algo en Su Voluntad que le pides, Él no te la negará. Así que no tienes excusa para no gozarte en Él.
- Mana, rindámonos a lo que Él desee hacer, y que nos devele los ídolos en el cajón, y que los quite… Como cuando descubriste que si dejabas de correr cuando venían con la chancleta, te ponías mansa y reconocías tu error, el dolor sería menor; porque de alguna forma mamá se daba cuenta de que ya de por sí te dolía tu fechoría. Abandona la fuerza interior que te impulsa a irte huyendo y aguanta, que el Padre Santo, Santo, Santo quiere purificarte (1 Pedro 1:15-16, BLA).
De tu querida amiga Belisse.”
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