THE IRON LADY/LA DAMA DE HIERRO
Desde que lei algunos artículos sobre la presentación de esta película, sentí
deseos de verla; sin embargo, como de costumbre, no pude ir al cine, por lo que
recientemente la alquilé; pues -aunque era una adolescente cuando ella fue
Primer Ministro en Gran Bretaña - siempre admiré mucho a Margaret Thatcher,
quien por su especial forma de gobernar se ganó el titulo de "la dama de
hierro", el cual fue puesto en principio por los soviéticos; pero que
posteriormente se asoció con su estilo de liderazgo y su política no
comprometida con nadie.
En esos
años mozos, nunca me imaginé que en una época de mi vida, también me llamarían
"la dama de hierro" o "la Thatcher". Algo de lo cual me sentía
muy orgullosa (lamentablemente, en mi ignorancia pensaba que ganarme esa fama,
era algo bueno)…por lo que era necesario el trabajo delicado, detallado,
cuidadoso y preciso de las Manos del Alfarero sobre mi mente y mi corazón para
que me percatara de que el estilo de vida y liderazgo de la “dama de hierro” a quien tanto
admiraba, contradecía el Diseño de Dios para la mujer.
Al
exponerme a esta película fui impactada viendo los frutos de su vida en su
ámbito familiar; es decir, lo que hoy está cosechando luego de haber sembrado
las semillas que eligió durante largos años; pues, tal como dice Gálatas 6:7
“todo lo que el hombre siembre, eso también cosechará”.
Me vi tan
reflejada en algunas escenas de su vida familiar recordando actitudes y
decisiones en el pasado cuando mi hijo era pequeño que hasta lo conversé con él
y le pedí perdón; luego, he conversado con algunas hermanas mas jóvenes -quienes
todavía están en la etapa de criar hijos- sobre el mensaje de esta película y de
ahí surgió la motivación de compartirlo por esta vía.
Para
ponerle un titulo a esta reflexión tendría que cometer plagio pues, pienso que
no hay otro mas indicado, que aquel del libro de John Piper “No desperdicies tu
vida”, solamente le agregaría “Mujer, no
desperdicies tu vida”.
En la
próxima entrega encontrarán los puntos de la reflexión sobre la vida de
Margaret Thatcher “A la Luz de Su Palabra”; obviamente no soy política ni
economista por lo que no estaré evaluando su legado en esas áreas.
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