THE IRON LADY/LA DAMA DE HIERRO
Antes de empezar a analizar “A la Luz de Su
Palabra” algunos aspectos de la vida de Margaret Thatcher es importante tener
en mente que como ocurre con todo gobernante, político o cualquier figura pública,
siempre se encontrarán detractores y defensores; en este caso, uno de los
artículos que leí hace referencia a los Thatcherofilos y a los Tatcherofobicos para
identificar a aquellos que están a su favor y a los que están en su contra;
para algunos su legado en la sociedad inglesa –tanto en lo relativo a la
política como a la economía- es invaluable mientras que otros desdeñan cada una
de sus actuaciones y la acusan de todos los males que aún hoy aquejan a esa nación,
a pesar de haber transcurrido mas de 20 años que ella abandonó el poder.
Tan controversial ha sido su vida, que ni siquiera las
feministas de su tiempo de su tiempo estaban
a su favor, ya que la acusaban de no haber apoyado su causa.
Para fines de nuestra reflexión, no nos referiremos
a su carrera política, sus medidas económicas; sino a analizar la “otra
carrera” que corría paralela: su rol de madre y esposa conforme el Verdadero
Diseño -aquel definido por la Palabra de Dios-; no existe ánimo de juzgarla ni
mucho menos condenarla, sino de comparar en qué medida su vida –y la nuestra-
encaja en ese Diseño; ponderar los resultados de sus decisiones; y, en nuestro
caso, pedirle a Dios que “enderece nuestros pasos y no nos deje seguir en
nuestra propia prudencia” como nos muestra Proverbios 3:5-6.
El primer aspecto a tomar en cuenta es que ella
creció en un hogar cristiano; siendo su padre predicador laico; por lo que se
supone que ella conocía los principios bíblicos. Además, en diversas ocasiones en sus discursos apeló
a la Palabra (en una ocasión justificó su oposición a los subsidios estatales
basándose en 2 Tesalonicenses 3:10 “el que no trabaje, que no coma”); inclusive
antes de su toma de posesión leyó la famosa oración de Francisco de Asís “Señor
hazme instrumento de Tu Paz…”
Quizás en parte debido a sus raíces cristianas, en
numerosas ocasiones Margaret Thatcer afirmaba que entendía –por lo menos en
teoría, pues, en su vida no lo aplicó de esa manera- que el lugar de una mujer
estaba en su hogar. Al ser cuestionada sobre su apoyo a los derechos de la
mujer para participar activamente en la sociedad, respondió que “La realidad es
que las mujeres tienen hijos, y este lazo de madre/hijo es el mas fuerte del
mundo. Es mucho mejor hacer algo con el mismo que actuar como si nunca lo
hubieras tenido”, según algunos artículos que estuve leyendo, ella decidió
vivir como “si nunca lo hubiera tenido”.
Y nosotras, cuanto conocemos y proclamamos de la
Palabra, pero no la aplicamos a nuestras vidas?
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