Al iniciar
el segundo día de la conferencia tenía varios libros nuevos en la maleta y
muchas ideas nuevas en mi mente y mi corazón (mi “maleta espiritual”); antes de
salir a la primera actividad busqué la “Quietud de Su Presencia” (en alusión al libro de Nancy Leigh De Moss) para
calmar “la multitud de mis pensamientos íntimos” (Sal.94:19).
Allí El me permitió
ver que había ciertos prejuicios en mi mente y orgullo en mi corazón, pues, en
varias ocasiones “extrañaba” (por no decir “comparaba”) lo “conocido”
(conferencias en que había estado antes) con lo que estaba conociendo allí;
gracias a Su Benignidad El trajo arrepentimiento a mi corazón (Rom. 2:4) y pude
pedirle perdón y que me permitiera verle a El allí –creo que los testimonios
que les he compartido sobre la actitud de servicio que pude apreciar en las
charlistas del evento fueron parte de Su Respuesta a esta oración) en ese
momento le pedí que me permitiera “ver la gracia de Dios” como Bernabé en
Antioquia, recordando una reflexión que había escrito en el 200 la cual titulé “Una
vida que vea la Gracia de Dios”; lo puedes encontrar en el link: http://salmos375.blogspot.com/2009/08/que-se-requiere-para-ver-la-gracia-de.html.
En Su
Providencia, el devocional del sábado en la mañana que correspondía a Rene
Swope se titulaba “Ten cuidado a través de qué estás mirando” y ella inicio
contando una anécdota que le ocurrió con su madre quien, en una ocasión que
recogieron en su casa, al sentarse detrás de la charlista en el vehículo le preguntó
por qué se había teñido el pelo de un color tan rojizo; repitiendo comentarios
similares con otros asuntos; hasta que se percataron que había cambiado sus
gafas de sol y el cristal de las que usaba en ese momento era de color rojizo
por eso no podía apreciar el verdadero color de lo que veía. Como dice la cancion: "Todo es segun el color del cristal con que se mira".
Entonces nos
alertaba que tuviéramos cuidado a través de cuales lentes estábamos viendo: si
los del rechazo, del egoísmo, de la auto-exaltación, entre otros. En mi caso ya
mi Amado Padre me había mostrado que mis “lentes de temporada” eran los del prejuicio
por lo que debía cambiarlos a los “lentes de la Gracia” a los cuales me había referido
en la reflexión citada mas arriba.
Según nos
dirigia a meditar, el problema de tener los lentes equivocados es
que éstos no slo determinan lo que veo sino también lo que buscaré/lo que perseguiré tal como ocurrió con los
ciegos a quienes Jesús les “abrió los ojos”
y de inmediato “lo siguieron” (Mateo 20:30-34).
De nuevo en
Su Providencia, el día anterior a esta publicación, en el culto dominical de mi
amada congregación, el pastor predicó precisamente sobre el pasaje de Hechos
11:19-30…y por supuesto trató el tema de que Bernabé “vio la Gracia de Dios”
enfatizóando algunas características de este siervo de Dios que se
encuentran en el versículo 24 que señala que “Era un varón
bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe" lo que le permitió ver el obrar de Dios.
Para
reflexionar:
Pidamos a Dios que escudriñe la condición de
nuestro corazón si nuestra actitud es una de constante quejas o criticas: Cual
de estas tendencias es más común en mí: animar a los hermanos en la fe, a los
lideres de mi congregación? O regularmente externo quejas, criticas porque las “cosas
no se han hecho según mi estándar/parecer u opinión?
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