Esperanza para Haití (II)

Por eso antes de que continuemos llenando los titulares de los periódicos con la invitación a construir una "Esperanza para Haití", sería bueno que reflexionemos cuál ha de ser el terreno que sostendrá esa edificación denominada "Haití de Esperanza" para que nos aseguremos de que no se trate de un terreno arenoso que no resista el paso del tiempo y de los fenómenos que tenga que enfrentar esa nación en el futuro sino que por el contrario dicho terreno sea una Roca Sólida, Firme y Resistente a toda prueba; y esa Roca no es otra que Jesucristo (Mateo 7:24-28).

Hoy podremos levantar nuevas edificaciones, reparar o reconstruir las que fueron dañadas, hacer nuevos hospitales, suplirles de alimentos y medicamentos. Pero y mañana, qué? hay esperanza sembrada en el corazón del pueblo haitiano? si miramos hacia atrás, hace uno o dos meses, uno o dos años, nos daremos cuenta que éste era un pueblo que ya había perdido la esperanza.

Existen varias razones que pudieron dar lugar a que el pueblo haitiano perdiera su esperanza, pero queremos enfocarnos en esta ocasión, solamente en dos de éstas, como son:

a) el abuso a que han sido sometido a lo largo de su historia, desde los tiempos de la colonización francesa; no soy sicóloga, pero he leído que una de las consecuencias del abuso es que roba la esperanza; y,

b) la falta de una cosmovisión que moldee sus mentes y corazones de manera que puedan encontrar: (i) respuestas a las principales inquietudes del ser humano; (ii) un propósito a su historia como nación; (iii) que puedan ver el trabajo como una bendición; (iv) a ellos mismos como individuos a quienes se les ha hecho mayordomos de una vida, de unos talentos de los cuales tendrán que dar cuenta; y (v) un pasado que puede ser redimido, transformado... sólo de esa manera podrán caminar adelante con esperanza.

Por lo tanto, para que se edifique un verdadero "Haití de Esperanza" es necesario que ese pueblo sea sanado de las heridas de su pasado abusivo como también que sus mentes sean renovadas con verdades que permeen todo su ser, dándoles un sentido, significado y propósito aún a cualquier dolor que hayan experimentado, que estén experimentado o que pudieran experimentar en el futuro.

El pueblo haitiano tiene necesidad de un cambio radical, se encuentran ante La Bifurcación que decidirá de una vez y para siempre su destino como nación. Ambas soluciones planteadas en el párrafo anterior requieren tiempo, esfuerzo y dedicación...pero sobre todo requieren la intervención de una Persona: Aquel que vino a sanar los corazones quebrantados y a redimir lo que se había perdido (Isaías 61:1-3; Efesios 1:7), porque sólo una Cosmovisión Bíblica aportará los cambios que todos anhelamos ver en Haití, pues es la única que satisface a plenitud los aspectos esbozados en el acápite b) anterior.

En el Salmo 127 encontramos lo que pudiera ser una advertencia del Señor cuando nos dice que si El no edifica la casa "en vano trabajan los que la edifican"; pudiera ser ésta la razón por la que todos los intentos anteriores de restaurar esa nación han resultado "vanos" al no haber incluido al Maestro Arquitecto en el diseño de reconstrucción de esa nación?

Ciertamente hay esperanza para Haití... la solidaridad que han demostrado las naciones es una evidencia de la Misericordia de Dios para ese pueblo; pero sólo hay Verdadera Esperanza en la Roca Firme, Jesucristo Nuestra Esperanza (1 Timoteo 1:1), la cual están llamados a presentarle a Haití, aquellos que cuyas vidas han encontrado "esa esperanza bienaventurada".

0 comentarios:

Publicar un comentario

 

Design in CSS by TemplateWorld and sponsored by SmashingMagazine
Blogger Template created by Deluxe Templates