Versículo del mes
(calendario bíblico Editorial Mundo Hispano)
"Esforzaos, todos vosotros los que esperáis en el SEÑOR,
y tome aliento vuestro corazón" Salmo 31:24
Lunes 19: "Dónde está, entonces, mi esperanza? Y mi bien quién lo verá?" Job 17:15
Martes 20: "Esforzaos todos vosotros los que esperáis en el SEÑOR, y tome aliento vuestro corazón" Salmo 31:24
Miercoles 21: "Muchos dolores tendrá el impío; pero la misericordia cercará al que espera en el SEÑOR" Salmo 32:10
Jueves 22: "Ahora, oh SEÑOR, qué esperaré mi esperanza está en Tí" Salmo 39:7
Viernes 23: "Con hechos tremendos nos responderás en justicia, oh Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra..." Salmo 65:5
Sábado 24: "Desfallece mi alma en espera de tu salvación; en Tu Palabra he puesto mi esperanza" Salmo 119:81
Reflexión de esperanza: Esta semana inicia con dos preguntas de Job "dónde está entonces mi esperanza? y mi bien (según otras versiones, la palabra BIEN aquí puede interpretarse como bienestar o esperanza) quién lo verá?" veamos cuál fue su auto-respuesta: "A las profundidades del seol descenderán y juntamente descansarán en el polvo"
Definitivamente Job estaba deprimido y en tales circunstancias a nuestra mente no vienen más respuestas que "poner fin a todo", poniéndonos pensamientos de muerte.
Cuántas veces las circunstancias nos han arropado y hemos caido en una condición emocional, física y espiritual, similar a la de Job: donde nadie podía entender lo que Dios estaba permitiendo en su vida, por lo que ningún consejo parecía traer esperanza a su alma y dónde él mismo, en su desesperación se hacía mil preguntas... sin esperar la Respuesta de Dios sino que su propia mente deprimida (sin esperanza) de inmediato producía "la respuesta más lógica": la muerte.
Sin embargo, encontramos otra pregunta en estos versículos, con una respuesta completamente diferente; se encuentra en el Salmo 39:7 " ahora, oh SEÑOR qué esperaré? Mi esperanza está en Tí." Si leemos el salmo completo nos damos cuenta que el Rey David se encontraba igualmente en situaciones de calamidad pero en medio de éstas, aún podía anclar su alma en el Señor como Su Esperanza.
Ciertamente Job ya no podía "esforzarse...ni tomar aliento en su corazón..." pues había dejado de "esperar en el Señor.." como dice el Salmo 31:24; cuando estás deprimido tampoco crees que Dios "tendrá misericordia de tí"(Salmo 32:10); y mucho menos que Dios te responderá "con hechos tremendos.. en justicia", (Salmo 65:5) sino que cada día que pasa "el alma desfallece" (Salmo 119:81) y todo lo que necesitamos es que alguien nos recuerde que "EN SU PALABRA DEBEMOS PONER NUESTRA ESPERANZA" como concluye el Salmo 119:81 (Contrario a lo que hicieron los amigos de Job, pues, con todas sus acusaciones volvían a fijar los ojos de Job en él mismo) muchas veces esa "esperanza en Su Palabra" pueda ser recordarnos que al confesarle nuestros pecados, obtenemos Su Perdón.
Así ayudaremos a "los Job" (se trate de nosotros mismos o de algunos alrededor nuestro) a quitar la mirada de sí mismos y de sus circunstancias para fijarse en Su Persona (Salmo 39:7), en Su Palabra (Salmo 119:81); en Sus Obras (Salmo 65:5) y que esos labios puedan proclamar "Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra" (Salmo 65:5)
Definitivamente Job estaba deprimido y en tales circunstancias a nuestra mente no vienen más respuestas que "poner fin a todo", poniéndonos pensamientos de muerte.
Cuántas veces las circunstancias nos han arropado y hemos caido en una condición emocional, física y espiritual, similar a la de Job: donde nadie podía entender lo que Dios estaba permitiendo en su vida, por lo que ningún consejo parecía traer esperanza a su alma y dónde él mismo, en su desesperación se hacía mil preguntas... sin esperar la Respuesta de Dios sino que su propia mente deprimida (sin esperanza) de inmediato producía "la respuesta más lógica": la muerte.
Sin embargo, encontramos otra pregunta en estos versículos, con una respuesta completamente diferente; se encuentra en el Salmo 39:7 " ahora, oh SEÑOR qué esperaré? Mi esperanza está en Tí." Si leemos el salmo completo nos damos cuenta que el Rey David se encontraba igualmente en situaciones de calamidad pero en medio de éstas, aún podía anclar su alma en el Señor como Su Esperanza.
Ciertamente Job ya no podía "esforzarse...ni tomar aliento en su corazón..." pues había dejado de "esperar en el Señor.." como dice el Salmo 31:24; cuando estás deprimido tampoco crees que Dios "tendrá misericordia de tí"(Salmo 32:10); y mucho menos que Dios te responderá "con hechos tremendos.. en justicia", (Salmo 65:5) sino que cada día que pasa "el alma desfallece" (Salmo 119:81) y todo lo que necesitamos es que alguien nos recuerde que "EN SU PALABRA DEBEMOS PONER NUESTRA ESPERANZA" como concluye el Salmo 119:81 (Contrario a lo que hicieron los amigos de Job, pues, con todas sus acusaciones volvían a fijar los ojos de Job en él mismo) muchas veces esa "esperanza en Su Palabra" pueda ser recordarnos que al confesarle nuestros pecados, obtenemos Su Perdón.
Así ayudaremos a "los Job" (se trate de nosotros mismos o de algunos alrededor nuestro) a quitar la mirada de sí mismos y de sus circunstancias para fijarse en Su Persona (Salmo 39:7), en Su Palabra (Salmo 119:81); en Sus Obras (Salmo 65:5) y que esos labios puedan proclamar "Dios de nuestra salvación, esperanza de todos los confines de la tierra" (Salmo 65:5)
Alabanza de esperanza: La reflexión del último párrafo es precisamente lo que encontramos en el último capítulo del Libro de Job, cuando le declara al Señor "AHORA MIS OJOS TE VEN" cuando su esperanza había sido restaurada; ue éste sea el cántico que ayudemos a elevar a "nuestros Jobs":
AHORA MIS OJOS TE VEN Conozco que todo lo puedes
Que mi pensamiento
No lo puedo esconder
Hablaba lo que no entendía
Y de oídas te había oído
Mas ahora mis ojos te ven
Yo te preguntaré, y Tu me enseñarás
Mas ahora mis ojos te ven
Yo me rindo a Tus pies, y me arrepiento
SEÑOR
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