TESTIMONIO DE JOSEFINA ECHENIQUE (hermana que se congrega en Ministerios Bet-El)
Esto fue para mí una respuesta de Dios. Me levanté de la sala donde me encontraba y salí tranquila a la calle un corto tiempo y caminé acera arriba…acera abajo, por espacio de 10 minutos. Justo cuando entré nuevamente a la sala de espera que estaba al lado del quirófano, salía mi hijo ya operado y gracias al Dios Todopoderoso, todo había salido muy bien. Apenas estuvo 35 minutos dentro del quirófano; ese corto tiempo duró todo el proceso.
En horas de la tarde ya mi hijo corría por todo el pasillo de la clínica y al día siguiente fue dado de alta; mi niño contaba, en ese momento, con 2 años.
Poco tiempo después nos concentramos en sus oídos; y efectivamente se nos informó que producto de la rubeola que me dio a las 6 semanas de embarazo, la audición de mi hijo se había afectado y era sordo.
Al recibir la noticia, y aún sin conocer al Señor (pues lo conocí 5 años después), le dí gracias a Dios y nunca lo cuestioné; todo lo contrario, le dije que El sabía el propósito por el cual me lo había dado así. Acepté Su Voluntad y le dimos a nuestro bebé todo el amor que unos padres pueden darle.
Enrique; así se llama mi hijo, ha sido de gran bendición para nuestras vidas. Hoy 21 años después, Dios ha seguido siendo Bueno y Misericordioso. Hoy y siempre lo doy de testimonio, Cuan Bello es El Señor!!!!!!
Enrique, a pesar de su discapacidad auditiva es un hombre totalmente normal para la Gloria de Dios Padre. Se graduó de bachiller en un colegio de personas oyentes (no digo en colegio de personas normales, sino de oyentes) porque mi hijo es completamente normal. Fue reconocido con el Premio al Esfuerzo.
Si Dios lo permite en diciembre de este año finalizará la carrera técnica de Diseño Gráfico en INFOTEP y pasará a cursar la licenciatura en la universidad.
Solo me resta exhortarles a que le demos siempre la oportunidad a Dios de obrar en nuestras vidas. El es el Dador de la vida.
Bendiciones.
Josefina
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