Los caminos de Dios son inescrutables e insondables Sus Juicios; son tan profundos que a veces la gente se atemoriza y los abandonan.
Dios lo conoce, escucha, ve y escudriña todo.. y nos prueba (o acaso no nos dice Santiago 1:2 que nos gocemos en las pruebas; entonces, éstas vienen de Dios; no que El orquesta el mal, ni es autor de pecado, pero El lo permite).
Luego de haber enviado el mensaje original conteniendo los comentarios sobre la crisis mundial, ocurrió algo que literalmente "traspasó" mi corazón de dolor e indignación; lo ví como un duro golpe a mi orgullo; algo que jamás me lo hubiera esperado de quien vino... y luego de desahogarme un poco con el Señor corrí primero a una hermana que sé que ha pasado por esa misma situacion múltiples veces con la misma persona y a quien yo le habia dicho que no me imaginaba esas actitudes en ese individuo ya que conmigo nunca las había tenido... pero ahora me tocó a mí... lo que más lejos tenía...; cuando me acerqué a ella le advertí que yo sabia:
1. Que todos los cabellos de mi cabeza están contados
2. Que los planes de Dios para mí son de bien
3. Que "esto" iba a obrar para bien
4. Que esa persona es inconversa
5. Que era mi orgullo lo que Dios estaba tratando
6. Que tenía que rendirme a la Voluntad de Dios
Pero que aún sabiendo y reconociendo todo lo anterior, no quería ser hipócrita y decir lo contrario: lo que había ocurrido, me dolía, pero que no quería que mi corazón se llenara de amargura, sin negar el dolor, la indignacion, el enojo... y todo lo que se desprende de ahí.
Cuando ella había estado en esa situación anteriormente, habíamos meditado en el Salmo 73 y por cierto... ese fue el Salmo que me recomendó que leyéramos en ese momento, ya que desde aquella ultima ocasión en que ella había pasado por "eso" le ayudó a superar todo ese malestar.
Pues, bien Dios siguió con el mismo proceso... y la situación no se aminoró sino que por el contrario el calor del fuego aumentó... en cuestion de horas; ante esta nueva situacion hablé con otra persona y me recomendó leer del libro de Chip Ingram "Estaré siempre contigo" el capitulo correspondiente al SALMO 73 (que ya había leido con la primera persona a quien me había dirigido antes).
Parte de la reflexión que hace el autor respecto a ese salmo es sobre LA BONDAD Y SOBERANIA DE DIOS en medio de tratos injustos o momentos dificiles; luego de reirme ante la concidencia de recomendaciones de que fuera al mismo salmo, pude entender que Dios quería que pusiera en práctica los comentarios que había enviado en el email anterior donde invitaba a que nos enfoquemos en que DIOS ES SOBERANO y que a pesar de cualquier situación siempre DIOS ES BUENO.
Entonces, me di cuenta que como dice el mismo Salmo 73:22 "Tan torpe era yo, que no entendía; era como una bestia delante de Ti"no me estaba dando cuenta que tenía que aplicarme una dosis de mi propia medicina, o sea, no simplemente vociferarlo, memorizarlo, hablarlo y analizarlo.. sino experimentarlo en carne propia para que no quede en fariseismo y quizás.. para que tambien pueda dar este testimonio a algunos para que recordemos que cuando comunicamos alguna verdad, basándonos en (i) Su Palabra, (ii) lo que hemos sido llamados a creer, (iii) lo que nos dará la satisfacción plena cuando en realidad la vivamos; Dios se encarga de que en el proceso dejemos algunos pedazos que deben ser desprendidos y eso duele (le duele a la carne, le duele al yo; y mientras estemos en esta tierra, no nos vamos a desprender la carne ni el yo).
Es importante recordar que estos procesos no son para salvación, porque aunque me muera hoy con esos pedazos que no han sido desprendidos voy para el cielo, no por lo que yo haga o deje de hacer, SINO POR LO QUE EL HIZO, POR SU PURA GRACIA; este es el proceso de estar en las manos del Divino Alfarero, siendo moldeados conforme a Su Imagen, pues, para que estos pegotes -que somos todos nosotros- tomen esa forma preciosa de ese Vaso Perfecto... son muchos guantazos, cincelazos, martillazos, hornos de fuego que hay que pasar... y siendo sinceras: aqui, de este lado del sol como decía Salomon en Eclesiates; de este lado del cielo, en esta tierra... nunca alcanzaremos esa perfeccion.
PERO EL NOS AMA, NOS AMA, NOS AMA, CON AMOR ETERNO, NOS MIRA CON OJOS DE FAVOR, DE MISERICORDIA, CON TERNURA, COMO UNA GALLINA A LOS POLLUELOS NOS CUIDA, NOS MIMA, NOS ARRULLA. ESE ES NUESTRO PADRE
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