El tronco de la esperanza

Como ya iniciamos este tema tomando como referencia las partes de los árboles, además de que desde el primer artículo stuvimos hablando del color verde esperanza, de la hierba, de las estaciones, y la semana pasada vimos la raíz de la esperanza que es la fe, pensé que podíamos subir ahora al tronco de la esperanza.
A manera de conclusión del tema pasado, quisiera dejarles uno de los versículos que avalan nuestra consideración de que la raíz de la esperanza  es la fe, es Romanos 15:4 el cual no fue incluido en la meditación anterior, pero que quise incluir en esta entrega pues es clave en este tema; este versículo dice que "Las cosas que se escribieron antes para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras tengamos esperanza" así que debemos ocuparnos, motivarnos en escudriñar la Palabra para crecer en fe y en consecuencia, en esperanza.



Al igual que muchos de ustedes, disfruto observar la belleza, la diversidad y la majestuosidad de la creación; así como he escuchado que algunos cantantes cristianos se sienten más cerca de Dios a través de su música, a mí  me sucede  igual cuando veo las innumerables tonalidades de los colores, de la creación, como son los diferentes matices del azul del cielo, del mar; del verde de las hojas de los árboles, el contraste entre éstos, teniendo como fondo el azul celeste.  A veces he pensado que terminaré viviendo en el campo.



Dios me regaló justo al lado del lugar donde vivo unos árboles frondosos en los cuales me deleito especialmente por las mañanas; la copa de éstos es tan amplia que me hace pensar en la sombra que EL nos da Bajo sus Alas, me comunican protección; su tronco es grueso, firme, ancho, y me hace pensar en la seguridad que tenemos en el Dios que es Nuestro Refugio, Castillo Fuerte, Fortaleza, Muralla; y tantos otros nombres por los cuales El se ha dado a conocer.
Con este pensamiento respecto al tronco de los  árboles, conectemos de nuevo con el tema, y veamos algunas de las funciones principales del tronco (o tallo):

a) Sirve de sostén a las ramas y a los frutos
b) Transporta minerales desde las raíces hasta las hojas (éstas últimas sirven al árbol para respirar)

En nuestro contexto, para concluir cuál puede ser el tronco en el árbol de nuestra esperanza bíblica debemos ubicar aquel elemento:
a) Que sostiene el fruto de nuestra esperanza (les adelanto que he podido entender que este fruto, entre otras cosas, es el gozo, según veremos en otra entrega, si Dios lo permite); y, 

b) Que entrelaza mi fe con lo que sería el equivalente de las hojas; en este caso, con el suspiro o respiro de Dios, que es Su Espíritu Santo (literalmente significa viento o aire puesto en movimiento por la respiración; más definidamente, significa hálito de vida; viene del término griego pneuma).
Si vemos Lamentaciones 3:22-24: "Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron Sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es Tu fidelidad"; es importante tener en cuenta que en este pasaje el término "misericordia" tiene un sentido amplio y se refiere al Amor, Perdón, Compasión, Bondad, Fidelidad, Misericordia y Gracia de Dios; es decir, lo que Jeremías recuerda, aquello de lo cual Jeremías hace memoria en medio de su aflicción (producto del pecado) es del carácter mismo de Dios.

Es Su Gracia, Su Bondad, Su Perdón, Su Compasión, entre otros atributos de Dios, lo  que me ayuda a dar frutos; son esos mismos atributos de Dios por los cuales al ejercitar mi fe en el sacrificio de Cristo, recibo el Espíritu Santo de la promesa.
Para entender mejor Sus atributos, necesito reconocer quién soy, es decir, necesito saber que soy pecadora, condenada sin remedio y que sólo por Su Gracia, Su Compasión, Su Amor, Su Misericordia, yo no he sido consumida porque en Cristo todo "consumado es..."; es este entendimiento que me hará agradecerle cada mañana por la nueva oportunidad que me brinda de ser receptora de Su Gracia, de Su Bondad, y que todas estas bendiciones solamente son posibles porque El es un Dios de Pactos, fiel a Sus Promesas, Fiel a Su Palabra.

Es su Carácter Inmutable y Eterno lo que me hace tener esperanza, es saber que El es el mismo, ayer, hoy por los siglos; el tronco de mi árbol de esperanza es Dios mismo. Basado en ese conocimiento, Jeremías declara en el versículo 24: "Mi porción es Jehová; por tanto en El esperaré, dice mi alma".

También encontramos que los salmistas habían entendido esta verdad, cuando proclaman:

a) Salmo 14:6 "...pero Jehová es su esperanza..."
b) Salmo 71:5 "...porque Tú, Señor Jehová eres mi esperanza..."
c) Salmo 91:2 "...diré yo a Jehová: esperanza mía.." 
d) Salmo 91:9 "...porque has puesto a Jehová que es mi esperanza..."


Leí por algún sitio el siguiente pensamiento: "Se puede vivir 40 días sin comida, 7 días sin agua, 7 minutos sin aire...pero ni 1 minuto sin esperanza"; si el objeto, el tronco de mi esperanza es Dios mismo, Su Inmutabilidad, Su Carácter, Sus Atributos, estoy más que segura que ese pensamiento es verdadero... es más se queda corto, porque NO SE PUEDE VIVIR NI UN SEGUNDO SIN DIOS... Aquellos que viven sin El, creen que están vivos, pero en realidad están muertos.


Cuando sienta que estoy perdiendo esperanza, debo ENFOCARME EN DIOS, hacer como dijo el salmista en el Salmo 121 "Alzaré mis ojos a los montes, de dónde vendrá mi socorro, mi socorro viene del Señor que hizo los cielos y la tierra..." , esta recomendación fue luego ratificada por el apóstol Pablo quien nos exhortó en Colosenses 3:2 "poned la mira en las cosas de arriba no en las de la tierra..." ; no busquemos nuestra esperanza en esta tierra, nuestra esperanza está en el cielo, está en la cruz: Jesucristo nuestra esperanza, 1 Timoteo 1:1.


Si no nos enfocamos correctamente nos puede pasar como a Martín Lutero a quien su esposa tuvo que recordarle en medio de un tiempo de desesperanza que DIOS NO HABIA MUERTO, por lo tanto, si nuestra esperanza es el DIOS ETERNO, el ALFA Y LA OMEGA, EL PRINCIPIO Y EL FIN, EL QUE FUE, QUE ES Y QUE HABRA DE VENIR... entonces, nuestra esperanza nunca debe morir; siempre recuerda que nuestra esperanza es eterna como Eterno es nuestro Dios de Pactos; nuestra esperanza es nueva cada mañana al igual que Su Misericordia.

DIOS NO HA MUERTO... tampoco nuestra esperanza; por eso al ser una Mujer de Esperanza bíblica nunca se nos aplicará el refrán popular que dice "mi esperanza era verde y se la comieron los burros".



Oración: Dios Eterno ayúdame a enfrentar cada día, cada reto, con la esperanza renovada en Tí, en Tu Persona, en Tu Carácter. Reconozco que "a quién tengo en los cielos sino a Tí ? y fuera de Tí, nada deseo en esta tierra" como dice el salmista.  Hazme entender que mientras Tú existas, siempre tendré esperanza. En el Nombre de mi Esperanza, Cristo Jesús. Amén.

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