La aventura de la esperanza...

Dios es bueno, Dios es fiel, Dios es misericordioso; recordemos que Sus Atributos, Su esencia, Su Carácter, Dios mismo es nuestra esperanza. Qué esperanzador es contar con un Padre que se compadece de Sus hijos.  

La semana pasada la aventura de la esperanza se mantuvo en pleno apogeo... continuó sorprendida de lo que Dios es capaz de hacer en nuestras vidas; el tema de Priscilla Shirer en Deeper Still precisamente se llama "Dios es capaz de sorprendernos" y esto es lo que mi Amado Padre, mi Señor y mi Rey ha estado haciendo en mi vida en estos días. Cómo no amarlo, cómo no vivir rendida a Sus Pies? El es mi hermoso Salvador, mi Abogado, mi Defensor, mi Escudo, mi Fortaleza, Roca mía y Redentor mío.  

El es mi esperanza y ha sido la esperanza de los Suyos a través de los tiempos; recuerdo a David quien proclamó en el Salmo 27:13 "hubiera yo desmayado si no creyere que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes".  Ese es el grito de un corazón con su esperanza puesta en la bondad de Dios.  Sin embargo, como veremos más adelante hay todavía una esperanza más sublime, la que la Biblia denomina la "esperanza bienaventurada" y de la cual si Dios lo permite escribiré alguna reflexión más adelante.

Quiero compartirles tres devocionales de la semana pasada donde mi Dios de toda esperanza continuaba esta aventura:

23 de septiembre (Caminando con el Salvador, Max Lucado)

"Padre, enséñanos a fijar nuestras esperanzas en el cielo, para mantenernos firmes a la promesa de la vida eterna, para resistir las dificultades y tormentas de este mundo. Que Tu Santa Palabra sea un bálsamo medicinal al corazón herido"

Hebreos 3:14: " Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos el principio de nuestra seguridad firme hasta el fin".

23 de septiembre (Alimento para el alma)

Tener esperanza

Lectura Salmo 39

V. 7 Dios mi esperanza está en Tí.

Un dicho popular dice:"LA ESPERANZA ES LO ULTIMO QUE SE PIERDE".  En más de una oportunidad hemos echado mano de este pensamiento para animarnos a continuar en circunstancias difíciles.

La idea central es sembrar aliento y no derrota en nuestras mentes y en las de los demás.El idioma de la queja, tan común, debería ser erradicado completamente. Esto no apunta al hecho de desconocer las realidades de nuestro contexto, sino más bien encarar los problemas para resolverlos y no agudizarlos. El autor del salmo vivía una situación penosa, pero al fín descubre que SU UNICA ESPERANZA ES DIOS. Decide poner su confianza de vida en Dios. No hay que dejarse vencer por las situaciones duras que nos rodean. Hay que poner la mano en el arado y no volver atrás.

Se ha afirmado que un pesimista es aquel que mirando las nubes se encoge de hombros y se queda encerrado por temor a que llueva, mientras que el optimista es aquel que viendo las mismas nubes amenazantes sale y camina frente a esas amenazas y LO HACE CON ESPERANZA. Nos parece que las voces del desaliento, se hacen oir mas fuertes que las voces de la esperanza en nuestros países. Hay que decidir vivir bajo una condición pesimista u optimista de la vida. Vivir con esperanza o desesperanza. Cuál elige usted ahora?

Vivir con esperanza genera buena salud emocional y física pero vivir con desesperanza genera todo lo contrario.

Le invito a que hoy diga cn el autor del Salmo 39 "AHORA SEÑOR MI ESPERANZA ESTA EN TI".

Confiando en Dios vivirás libre de temores.

26 DE SEPTIEMBRE (Alimento para el alma)

La fuerza de la esperanza

Romanos 5:1-11

"...tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes..." v.2

Ernesto Sábato, escritor argentino, se preguntaba porqué los prisioneros de los campos de concentración de la Segunda Guerrra, hambreados y destinados a la cámara de gas, no tomaban una lata oxidada y se cortaban las venas para acabar con su sufrimiento y contestaba: Porque en el hombre es mas fuerte la esperanza que la desesperación.

La esperanza es el motor de la vida que nos permite superar los conflictos y proyectarnos al futuro. El pueblo acuñó un refrán que dice "mientras hay vida hay esperanza". Es la afirmación del hombre sin .

Los cristianos, por el contrario, tenemos una esperanza que va más allá de la vida. Por la fe en Cristo somos justificados y experimentamos los beneficios de Dios., quien nos da una esperanza que trasciende los límite de la muerte. La peculiaridad de nuestra esperanza es que nos abre una expectativa que va más allá de la existencia terrena.

San Pablo escribe para señalar la extraordinaria dimensión de la esperanza cristiana y los insta a no rebajarla, diciendo: Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay  nadie más digno de lástima que nosotros (1 Corintios 15:19).

La esperanza trascendente nos da una fortaleza especial ante la adversidad, porque la fe cristiana no es, como algunos pretenden, una fórmula mágica para eludir los sufrimientos y penurias del presente, sino la convicción que capacita para aceptar los reveses de la existencia.

Gozarse en la esperanza es anticipar la eternidad.