Testimonio: Esperanza mientras esperas (I)

Tal como les había anticipado, en esta ocasión iniciamos con el primer testimonio de Esperanza. 

Tengo la esperanza de que Dios usará cada testimonio para bendecir las vidas de muchas mujeres que están pasando por situaciones similares  a aquellas de los testimonios.

Para abrir esta sesión de testimonios, Dios ha orquestado que bendigamos a aquellas que se encuentran solteras y están esperando por el hombre que Dios tiene para sus vidas.

Sé que tanto las casadas como las solteras disfrutarán de este precioso testimonio, donde encontrarán un corazón que está profundamente enamorado; así lo podrán observar en cada una de las expresiones que el mismo contiene.

Dios en Su Perfecto Plan, a veces nos hace esperar un poco de tiempo... o por un largo tiempo; lo importante es que no nos pase como a Penélope (la de la canción) que se quedó en el banco esperando que llegara el tren con su amado; quiera Dios que sepamos aprovechar al máximo y para Su Gloria nuestros tiempos de espera.

Las dejo con una poetisa en ciernes, nuestra amada hermana Carmen Santiago.

Amadas en CRISTO:

Confieso que el título de la charla COMO CASARSE que impartió el pastor de mi iglesia hace algunos años, me hizo pensar: “A través de este estudio me van a enseñar a esperar al hombre que DIOS tiene para mí”. Grande fue mi sorpresa, pues en realidad, este era el inicio de Dios mostrarme a Aquel que me llamó de las tinieblas a Su Luz admirable y que me amó con amor eterno. Hoy quiero compartir con ustedes un poquito de las grandes cosas que El ha hecho en mí, luego de aquel precioso encuentro.

Esa noche comenzó la más hermosa aventura de amor que cualquier mujer sueña vivir; la cual de inmediato me motivó a querer agradarlo por lo que dedicaba tiempo a estar apartada, leyendo Su Palabra y conociendo Su corazón.

En esos momentos, El me hizo descubrir cuán importante era yo para Sus propósitos y el futuro lleno de Esperanza que solo este Novio podía ofrecerme, dándome la certeza de una firme seguridad, al sustentarme no sólo en mis necesidades físicas sino también emocionales y espirituales; así, me ha dado confianza, me ha llenado de Su verdad y de Su Suficiencia con Su gozo, logrando de esta manera que cada vez más, sujete mis más preciados anhelos a Su voluntad Eterna.

En ese tiempo, tanto a través de la charla antes mencionada así como de la bendición del estudio de un libro titulado DAMA EN ESPERA, me comprometí con el Novio más maravilloso del Universo y enseguida empezamos a preparar nuestra eternidad juntos: la lista de invitados, el banquete, el bizcocho, El eligió la fecha de nuestra boda: Un día Eterno; y como entenderán no he sido jamás la misma mujer, mis deseos y anhelos cambiaron, y por ende, también cambió la acostumbrada lista que toda novia hace al comprometerse en matrimonio con un novio terrenal.

Continúa.../