Continuación Testimonio Carmen Santiago:
Yo le pedí a mi Novio que ocupara y llenara todo mi tiempo…Su favor me alcanzó: En nuestra relación diaria siempre me deja experimentar Su Maravillosa Presencia; pero además, me permitió involucrarme en ministerios donde Le he servido aún hasta el día de hoy; y me regaló una lista de amadas hermanas con quienes ir creciendo en la fe… así El fue llenando mi tiempo y llevando mi vida a buscar Su Voluntad.
Esta infinita porción de amor llenó mi mente de dos grandes certezas: a) que no nací para lograr mis “grandes” sueños terrenales sino los sueños de mi Amado; y b) dedicar cada día parte de mi tiempo a cultivar una vida de intimidad con ese Amado; pues al hacerlo, finalmente se llenaría la que en ese momento consideraba como “mi más grande necesidad”: ser esposa y madre; porqué es importante esto? Ser infeliz en nuestra vida cristiana es muy fácil porque nos pasamos mucho tiempo deseando lo que no tenemos y perdiendo la bendición de disfrutar lo que ya poseemos.
La mayoría de las veces vemos como una imposibilidad lograr una verdadera intimidad con Dios pues si somos honestas, debemos confesar que perdemos el enfoque hacia dónde debemos mirar: a Él y Sus planes eternos para nuestras vidas; y en su lugar, malgastamos el tiempo en caminar hacia otro lado, olvidando que Su Palabra nos enseña que si oramos conforme a Su Voluntad, El nos escucha por lo que podemos tener la seguridad de que nos mostrará Sus Propósitos … en verdad pregunto: Vale la pena vivir sin conocer y lograr Sus Propósitos?
Mi Amado me dice en Su Palabra: que El conoce mis más íntimos pensamientos; y en el Salmo 32:8 me asegura: “Yo te haré saber y te enseñaré el camino en que debes andar; te aconsejaré con mis ojos puestos en Ti”…así que si nos enfocamos en el camino que El nos muestra, nuestra relación con El se hará cada vez más agradable y hermosa.
Debo confesar que en verdad mi vida cambió desde aquel bendito día en que mi Amado enterneció mi corazón con este versículo; y aún más, cuando en el versículo 5 me enseñó a manifestarle mi pecado y a no encubrirle mi iniquidad, a confesarle mis transgresiones para que entonces, El perdone mi pecado; y así nuestra intimidad se fortalezca.
Esto ocurrió hace alrededor de unos 4 años cuando mi Novio empezó a tratar con mi vida a través de este salmo, cumpliendo cabalmente lo que dicho salmo enseña: Llevarme por Sus Caminos con Sus ojos puestos en mí pero además quitando poco a poco la iniquidad que pueda apartarme de Sus Preciosos Caminos.
Continúa.../
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