A finales del pasado año, cuando pensaba en presentar testimonios que trajeran esperanza a las mujeres que los leyeran, entre las primeras que vinieron a mi mente, se encontraban la hermana que a continuación comparte su testimonio así como aquella que nos va a compartir el útlimo de los testimonios de este mes; ya que ambas enfrentaron circunstancias similares.
Su testimonio como madre ha sido un gran ejemplo para mi vida. Y su amistad, uno de los regalos maravillosos que me ha dado mi Padre.
TESTIMONIO DE JOSEFINA ECHENIQUE (hermana quien se congrega en Ministerios Bet-El)
Después de una serie de análisis para determinar el motivo de la alergia, se llegó a la conclusión de que tenía rubeola y que cursaba las 6 semanas de embarazo.
Recuerdo como si fuera hoy, las palabras de mi médico que me informaba que dada la afección que tenía y la cual era muy peligrosa para la etapa en que se encontraba mi bebé, era posible que me tuvieran que hacer un “Aborto Terapéutico”.
En ese momento en verdad, no sé describir lo que sentí; me sentía abrumada, confusa no le encontraba razón a lo que escuchaba, pues apenas 8 meses antes había perdido un embarazo de 5 meses, debido a un fibroma.
Recuerdo que cuando llegué a la casa, hablé con mi esposo y le dije que no, que definitivamente no me iba a someter a eso, aunque en algún momento albergué la posibilidad; sentí tanto temor, tanta desolación. Tenía que esperar unos resultados y cuando llegó el momento de buscar la respuesta donde el médico, recuerdo muy bien sus palabras: “Ten a tu hijo”.
Llegó la vida a mí, nuevamente. No puedo negar que pasé los 9 meses de mi embarazo llena de temores, pues no conocía al Señor (más que como uno dice "conocerlo"); dentro de mi, muy adentro le pedía a Dios que mi hijo naciera bien. Tuve mucho miedo.
Continúa.../
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