Notas de TRUE WOMAN '10 (Cierre Nancy Leigh De Moss)

En Jueces 2 se nos muestra que el pueblo de Israel se había ido detrás de otros dioses (apostasia espiritual). En Jueces 4 encontramos a Sísara que los había oprimido durante 20 años. Es decir, el pueblo se encontraba bajo disciplina (social, política, económica). Israel se encontraba indefenso sin armas, vulnerable, con temor, descorazonados; reinaba el caos.

En tiempos como esos, no debemos empezar a señalar a los que no conocen a Dios, sino pedirle que nos dé ojos para ver lo que hay en mí, que El quiera cambiar.

En esa época había ausencia de un liderazgo masculino fuerte; esto también era parte de la disciplina de Dios. Ante esas circunstancias las mujeres suelen querer tomar el liderazgo y hacerlo "a la manera de ellas" alegando que "Dios nos ha dejado/abandonado".  En Jueces 4:3 encontramos al pueblo de nuevo clamando a Dios; igual que ocurre en nuestras vidas, con situaciones que han estado allí, en mi corazón, resurgiendo.

Debemos diferenciar entre "refirnar" y la "disciplina". En la primera, quiere hacernos reconocer nuestra necesidad de El y que pongamos los ojos en El.

Más adelante, encontramos que Debora había sido nombrada por Dios como jueza; servía al pueblo de Dios quienes la buscaban para que juzgara entre ellos; era una mujer diligente quien al escuchar un mensaje de parte del Señor, de inmediato actuó en consecuencia y fue a llevarlo a Barac; fue a darle la promesa de liberación de parte de Dios. Dios daría victoria como sólo El puede hacerlo.

Era una mujer que tenía conocimiento de lo que ocurría a su alrededor y estaba lista para ejecutar lo que fuere necesario.  Cuando le dice a Barac "y yo lo atraeré hacia tí" no se refería a que ella lo haría, sino que ese era el mensaje del Señor (es decir, Dios mismo atraería a Sísara hacia Barac).

Debora creía a Dios, era sabia, escuchaba a Dios. No hablaba de sus planes sino de lo que Dios había puesto en su corazón. Tenía confianza en la Palabra de Dios y por eso la llevó a Barac.  Nancy nos invita a reflexionar respecto a que si "la gente a mi alrededor me busca porque saben que no voy a dar mi opinión sino la Palabra de Dios?"

En el versículo 8, Barac estaba interesado en la presencia de Debora porque ella era una mujer de Dios y esto le aseguraba la misma Presencia de Dios.  Debora dejó su zona de comodidad y fue a cumplir la orden que Dios le había dado (el poder del Espíritu Santo vendría sobre ella). En el versículo 10 vemos que se trataba de una situación de peligro, ella se alejó de su casa; pudo haber puesto límites para no involucrarse "hasta ahí".

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