Muchas nos hemos pasado años leyendo Su Palabra, así que El debe orquestar tiempos de “exámenes” para revisar lo que hemos aprendido. Una mujer sabia confía en la Palabra de Dios, confía y deja que El dirija.
Una mujer de verdad cultiva un espíritu de gratitud (pero ella cuenta que en medio de la crisis estaba airada, temerosa) y se dio cuenta que era un “MOMENTO DE DEFINICION” en su vida y la de su familia (nota: cuántas sabemos/recordamos que Dios nos pone muchas veces en esos momentos de definición “entre los egipcios que nos persiguen y delante el Mar Rojo embravecido, “picado”)
Cómo puedo enseñar Su Palabra y orar por otros si EL no ha hecho un trabajo profundo en mí? Dios no juega con nuestras vidas. El nos lleva de un puente a otro para hacer un trabajo en nuestras vidas.
Aunque ella no tenía gozo, y se sentía como un desastre, Dios le recordaba que EL le da Su Gozo en medio de las crisis y que ella sólo debía confiar en El. Debemos elegir el gozo en medio de las crisis, recordando que tenemos un PADRE BUENO.
Karen Lorrits comenta: “Porqué quería golpear a esa persona? Porque el Espíritu Santo no me estaba controlando, pues Gálatas 5:22 nos muestra el fruto del Espíritu.” Pero si nos rendimos, El nos controla (“sed llenos” nos dice Efesios 5).
Pero nos dejamos dominar por la carne, en lugar de recordar que Dios sabía que esto iba a ocurrir y El es bueno y nos ama; y de esa manera pedirle que nos saque la amargura. Debemos ser fructíferas, debemos sacar esa amargura.
La mujer sabia confía en la Presencia de Dios (Salmos 37: 3-5: Confía en el Señor y haz el bien. Hoy ella está determinada a esperar la liberación de Dios pero al inicio de la crisis no tenía esa esperanza, esa confianza sino que se preguntaba “porqué a nosotros, Dios?” pues no estaba cultivando la fe.
0 comentarios:
Publicar un comentario