En el caso de “mi tía” Karen, se trató más bien de un testimonio/enseñanza sobre una situación dolorosa que su familia ha estado atravesando en los últimos meses. Me ministra mucho su forma de enseñar la Palabra porque lo hace de una manera viva y práctica (pues habla sobre cómo aplicó o no aplicó la Verdad a situaciones de su día a día, lo cual nos ayuda a identificar nuestras propias actitudes ante situaciones similares; desde el TW 2008 esta transparencia me impactó mucho) permitiéndonos así “conectarnos” con ella, sintiendo hasta cierta familiaridad (es precisamente la particularidad que tiene “mi más intima amiga” Beth).
En esta ocasión nos cuenta que todo comenzó en el cumpleaños de su esposo quien al concluir la celebración le informó que su familia había sido violada. Este problema surgió con alguien a quien le habían dado su amor durante 20 años. Esta situación hirió a su familia, trajo quebrantamiento, desesperación; fue como si Dios les estuviera presentando una mesa con un buffet de crisis (para elegir).
Ella cuenta que se repetía “esto no está pasando”; “porqué esta persona nos hace esto? Después de amarle”. Quería golpear a esa persona porque hizo que sus hijos lloraran. Iba de habitación en habitación de su casa, llorando; llorando y pidiendo ayuda a Dios. Se podían llenar cubetas con las lágrimas que derramó. Estaba cansada de llorar. Se ponía “su letrerito” de confianza.
El Señor le dio el versículo de Proverbios 28:26 “El que confía en su propio corazón es un necio, pero el que camina con sabiduría será librado” y se dio cuenta que estaba siendo una necia porque quería venganza, pero si caminaba con sabiduría “Dios la libraría”. En ese momento entendió que aunque no sabía cómo El la libraría, esa liberación llegaría, sin lugar a dudas. En el momento en que nos impartía esta enseñanza todavía no había sido liberada, pero confiaba en que Dios la liberaría porque El es Verdadero y El es Bueno. Y si Su Palabra dice que El libera a quien camina con sabiduría, sólo queda creerlo.
Una mujer de verdad que quiere ser liberada debe confiar en Su Palabra, confiar en El en medio de la situación.
Una mujer sabia confía en la paz de Dios, en el poder del Espíritu Santo y en Su Presencia. Col.3:15 “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones… y sed agradecidos”
Una mujer sabia comprende que Dios permite problemas para que confíe en El, en medio de los problemas.
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