Es importante que recordemos que cuando El nos sirve el buffet de crisis, nos recuerda que al final vendrá el postre (y ella lo está esperando). Debemos cultivar la fe, la fidelidad. No huir, mantenerse firme, pelear la batalla. Debemos recordar que “debemos parecer adultas” delante de nuestros hijos en medio de las crisis pues cuando nos observan se preguntan: “en verdad cree lo que dice?”
Deleitarse en el Señor, confiarle nuestras crisis (nuestro camino) a El. Encomiéndale tu crisis al Señor (ponla en el altar, no la tomes de nuevo, sal corriendo del altar y déjala allí). Confía en El – El actuará. NO hay paz si no es la paz de Cristo. Sin Espíritu Santo nos derretimos.
Confía y obedece. No seas necia, sé sabia porque serás liberada. Hizo una cita de Max Lucado sobre nuestra confianza y obediencia al Señor (no está completa):
Tu Disciplina es Justa
El océano de Tu Amor no tiene límites
Tu Roca no se quiebra
Tu Paciencia sorprende
Tu Belleza me maravilla
Tu Vida es adecuada
Tu Gracia es suficiente para borrar todos mis pecados
Tu Plan es perfecto; ni lento ni rápido, ni tarde ni temprano
También hizo referencia a las letras de un himno que se titula “Trust and Obey” (“Confía y obedece” en español) cuyo estribillo dice “Confía y obedece no hay otra manera de estar feliz en Cristo.”
Me comporto como necia? Manipulando? Huyendo? Resolviendo “a mi manera”? lo he hecho “en mis fuerzas”? en lugar de abrazar la cruz?
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