TIEMPO DEVOCIONAL: Deleite o deber?
En Marcos 1:23 vemos que mientras Jesús enseñaba, había allí un hombre con espíritu impuro; Jesús lo reprende. Todos decían que Jesús tenía una nueva enseñanza y que lo hacía con autoridad. En un día sábado, mientras impartía una enseñanza normal, fue preciso que se detuviera, prestara atención a la situación y expulsara el demonio.
Si eres hija de Dios, te encuentras inmersa en una batalla espiritual. La Biblia nos enseña que no tenemos lucha contra sangre ni carne, sino con fuerzas demoniacas. Así que si siento opresión dentro de mi casa u oposición; si me llegan dudas, incertidumbres a la mente respecto a la voluntad de Dios, debo recordar llevar todos esos pensamientos cautivos a la obediencia a Cristo (1 Cor. 10:3-5) pues no es Dios quien pone todas esas mentiras en mi mente, sino el engañador desde el principio; los no creyentes están bajo el control e influencia de Satanás (aunque no los vea están allí).
Todos querían que Jesús los abrazara, cargara a sus hijos, orara por ellos. Te gustaría ser famosa? Mientras más personas ven y conocen que Cristo te usa, más grande será la demanda a tu vida. Necesitamos una gracia especial para las demandas de ser usadas por Dios.
Cristo entiende las presiones de una vida llena de ocupaciones. Lo encontramos en el versículo 29 quizas con las intenciones de tener una cena tranquila entre amigos. Pero NO!! pues la suegra de Pedro estaba enferma; de nuevo Jesús debía invertir sus fuerzas en servir a otros. Y esa noche, pudo descansar? TAMPOCO!! pues según el versículo 32, le llevaron TODOS los enfermos y endemoniados y TODA la ciudad se agolpó a la puerta. NADA DE DESCANSO. Gente necesitada.
Quizás cualquiera de nosotros, hubiera dicho SAQUENLOS!! pero a El ni las circunstancias ni las personas le molestaban pues no tenía orgullo ni autojusticia, pues éstos son los que se molestan.
Jesús daba, daba... nunca se cansaba; así fue el caso de su encuentro con la mujer samaritana; contrario a nosotros (Nancy se incluye) que tantas veces no queremos hablar con nadie y nos resentimos de las personas que Dios trae a nuestras vidas (hijos, esposo, entre otros). A veces hay personas que te llaman a horas extrañas, que te hacen amar el ministerio en lugares inhabitados; cuánto amaríamos el ministerio si no fuera por la gente!! (son sus comentarios).
Testifica que hay días en que trata de evitar a alguien pues sabe que conllevará una larga conversación... y le pregunta al Señor: cómo lo hacías?; debemos recordar que El estaba limitado en Su humanidad; se daba a las necesidades de los demás; debía cumplir Su Obra en 3 años.
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