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| Mel Blackaby |
El Espíritu Santo no viene a ayudarnos a hacer lo que queremos, lo que nos gusta; tampoco a acompañarme a hacer lo que quiero; solamente viene a mostrarme lo que el Padre está haciendo y me ayuda a unirme a El obedeciéndole.
A veces tratamos al Espíritu Santo como un pasajero más en nuestra vida. Pero debemos recordar que es Dios mismo.
Muchas personas luchan en su caminar cristiano y retroceden; la pregunta para ellos es: Dónde está tu Dios? porqué tienes miedo de aquel que ya ha sido derrotado?
Nuestro enemigo anda destruyendo vidas "como león rugiente buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8; debemos buscar el poder de Dios para vencer a nuestro enemigo quien trata de mantenernos ocupados haciendo muchas cosas "para Dios" en lugar de buscar a Dios, de leer Su Palabra, pasar tiempo con El, orar...esto es lo más importante en la vida del cristiano.
Sucedió en la iglesia primitiva, según registra Hechos 6:1-7, que los discípulos se multiplicaban, y se requería hacer "muchas cosas" para que las personas no se quejaran; pero los apóstoles designaron siervos y ellos se mantuvieron en la prioridad del líder: oración y ministerio de la Palabra.
Mientras los ministerios crecen, los líderes deben pasar más tiempo con Dios, en Su Palabra; pues, Quien mantiene y sostiene Su iglesia es el Señor. Desde Pentecostés en el libro de los Hechos, hasta nuestros días, los grandes avivamientos de la historia de la iglesia han venido cuando ha habido un gran mover de oración. El avivamiento que Dios traerá a nuestra nación, estará precedido de gran actividad de oración.
El Señor dice en Su Palabra "mi casa será llamada CASA DE ORACION" pero en nuestros tiempos la hemos hecho CASA DE ACTIVIDADES; no se está enseñando al pueblo de Dios, la prioridad de la oración. Todos debemos hablar con Dios y escuchar de Dios (Jeremías 33:3 preguntarle a El y El nos dirá).
Cuando trazamos estrategias según nuestro conocimiento y nuestra habilidad, es como si le dijéramos a Dios: "no te necesito, puedo hacerlo en mis propias fuerzas" pero...Sus Caminos no son los nuestros (Isaías 55:8-9) además, "separados de El, NADA podemos hacer" (Juan 15:5). Hay muchas personas haciendo cosas para Dios, sin Dios.
Debemos orar unos por otros; en Efesios 6 el apóstol Pablo pide oración para que le sea dada Palabra; pero el era un hombre sin temor que entraba a cualquier lugar a predicar; porqué tenía esa valentía? Quizás porque Dios respondió las oraciones que pedía se hicieran por él.
Los miembros de las iglesias deben orar unos por otros y en especial por sus líderes; muchas veces nos quejamos de la iglesia y los líderes, pero "tendremos el pastor por el cual hayamos orado"; esto me hace pensar que también tendremos "la iglesia por la cual hayamos orado".
Satanás quiere entretenernos con actividades religiosas para alejarnos de la oración.
Dio un testimonio sobre una ocasión en que se fue de campamento con su familia y en la noche un oso andaba merodeando cerca de su casa de campaña y el pensaba si habían dejado comida que atrajera al oso por su olor; así mismo, debemos preguntarnos: cómo está mi campamento? (mi familia) qué puede estar atrayendo al enemigo? si no estoy orando por mi familia; ésta se encuentra en peligro.
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