En el transcurso de este año que he denominado el “Bienaventurado 2012” he
estado compartiendo mensajes sobre ser “Una Mujer Bienaventurada”, los cuales,
finalmente decidí recopilar en el blog a titulo de una nueva “serie”.
Al hablar sobre cómo se inicio
esta “serie” me hubiera gustado compartir un testimonio impactante al respecto;
sin embargo, tal como ha ocurrido en ocasiones anteriores, me he encontrado en
medio de “esto” sin siquiera haberlo planificado ni darme cuenta.
Sin embargo, fue tan sencillo como compartir
un e-mail de felicitación de inicio de año donde comentaba que la bienvenida
que había recibido luego de pasar unas breves vacaciones de fin de año en Magic
Kingdom (Mundo Mágico) me había traído
de inmediato al Reality Kingdom (o sea, Mundo Real) lo que para mi era una
especie de respuesta de mi Padre Celestial a la oración que le hice en medio de
la algarabía y celebración la noche del 31 de Diciembre en aquel parque de
Disney repleto de personas, cuando le dije que aunque le agradecía las
vacaciones que me había regalado, no quería “ese tipo de año” al considerar la
manera (en cierta forma, “superficial”) como estaba recibiendo el 2012 pues quería
profundizar mas mi relación para estar
mas cerca de El.
Así, el primer día de mi regreso entendí
me encontré con varias sorpresas respecto a dos personas que me servían de
ayuda –en diferentes escenarios- ya no estarían conmigo. Mientras empezaba a quitar
la mirada de “las cosas de arriba”, mi hijo me recordaba su teoría de que
"Dios siempre nos equilibra luego de una o varias bendiciones" (es
decir, como un Buen Padre que evita consentir a sus hijos para no hacerles daño
a sus hijos).
Le había pedido al Señor mi
versículo para este año (una costumbre que he desarrollado desde hace varios
años); y, al pensar en la “fuga de ayudas” que estaba enfrentando, vino a mi
mente el Salmo 146:5 "Bienaventurado
aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob"; por lo que concluí ese e-mail de
“felicitación por el nuevo año” recordándonos el significado de la palabra "bienaventurado"
es decir, "feliz" o "dichoso", y, deseando un Año
Bienaventurado (o sea Feliz); pidiéndole al Señor Su Ayuda para escribir acerca
de quiénes son considerados felices o bienaventurados según la Palabra.
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