En esta semana veremos una
bienaventuranza que la mayoría nos perdemos…en especial aquellas que somos “potros
salvajes”; se trata de la “La Bienaventuranza de la Espera Paciente” que
encontramos en el Salmo 40:4: “¡Bienaventurado el hombre que
puso en Jehová su confianza y no mira a los soberbios ni a los que se desvían tras la mentira!”.
Este salmo es
denominado mesiánico; pues sus palabras se atribuyen a Cristo frente a la liberación
del Padre a través de la Resurrección y Su Agonía en la espera de la cruz;
algunos comentaristas nos llevan a reflexionar que aun Su Hijo no obtuvo siempre
respuestas inmediatas; pero El sabia que la demora no significaba
necesariamente negación.
Antes de meditar
en dicho versículo, veamos los versículos anteriores (del 1 al 3) donde el
salmista declara y testifica de su liberación luego de “esperar pacientemente
al Señor” dejándonos ver que la espera no debe ser un periodo inerte, pues,
durante ese tiempo el salmista “clamaba” y Dios escuchó su clamor.
La palabra “pacientemente”
en el original significa: aguardar, confiar, esperar. Entonces, ese versículo bien
pudiera leer “esperando/confiando/aguardando esperé a Jehová”; es decir, se
trataba de una espera confiada; de una espera con esperanza: una espera fructífera;
contrario a la mayoría de nuestras “esperas”, las cuales más bien pueden
denominarse “des-esperas”; son esperas sin confianza, sin esperanza; esperas infructíferas.
En la Biblia en lenguaje actual este versículo lee: “Toda mi esperanza la tengo puesta en Dios, pues aceptó atender mis
ruegos”; en el blog encontraras una meditación que te ayudará a
entender mejor qué es la “Esperanza Cristiana” (http://salmos375.blogspot.com/2009/09/ser-una-mujer-de-esperanza-biblica.html)
Cual fue el
fruto de esa espera con esperanza? Que Jehová “se inclinó hacia mi”, proclama
el salmista; o sea, El descendió de Su Trono; lo atendió, se acercó a él; lo encontró
en su necesidad; lo que nos hace recordar a Isaías 57:15 “Porque así dijo el Alto
y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo
habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de
espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el
corazón de los quebrantados.”; verdad que es proclamada en la alabanza que dice
“Dejaste el Trono para mostrarnos la Luz”.
Mas adelante
continuaremos con esta meditación.
Bajo Sus Alas,
Isabel
PD: si te preguntas cual es el significado de esa foto del Peñón de Gibralta, por favor "espera pacientemente" que luego entenderas
1 comentarios:
amen!! saber esperar en Jehova nos guia a conocer Su Voluntad , buena , agradable y perfecta para nuestras vidas! :)
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